En este sentido, Nadal asegura que en España existe una preocupación social que el Gobierno comparte, "porque la electricidad es un bien de primera necesidad y porque también afecta a la actividad económica, la creación de empleo y la competitividad de nuestras empresas". Pero, ha precisado, que lo que ocurre en España es similar a lo que pasa en el resto de países de muestro entorno, "con los que compartimos sistema de fijación de precios y con los que hay una importante interconexión".
Reconoció que "los precios prácticamente se han doblado en un año, pasando de 36 euros/MWh a 72 euros/MWh, pero no es la primera vez que pasa, ya ocurrió en 2005, en 2006, 2008 y en 2013” y “todas estas puntas se redujeron". Nadal ha recordado que “nuestro sistema eléctrico está formado por un mix que en su mayoría son tecnologías rígidas en las que no podemos variar la producción según la demanda”. Así, el “hueco térmico” que no se puede llenar con nucleares y con renovables, “hay que cubrirlo con las tecnologías flexibles, el carbón y el gas, que son más caras”.
Al alza de los precios del petróleo, del gas y del carbón en los mercados internacionales, se suma el parón de buena parte de las centrales nucleares de Francia, lo que ha aumentado las exportaciones a este país y, en consecuencia, se han tensionado más los precios al alza.
El ministro también ha reconocido que actualmente el carbón es más competitivo que el gas, por eso Holanda y Alemania lo han incrementado en su mix, pero eso tendrá un coste ambiental ya que es un gran emisor de CO2 y ambos países tendrán un mayor perjuicio cuando se liquide el reparto de emisión cuotas de ese gas. En todo caso, la normativa europea aconseja actualmente la eliminación del carbón que, a la larga, según el ministro, "en el momento en que las centrales de carbón tengan dificultad para actuar como energía derespaldo, veremos que desaparecerán".
Desde el Grupo Socialista se preguntó por el informe confidencial que supuestamente maneja el ministerio desde 2015 en el que se respalda el consumo de carbón para abaratar la luz en un 3,5 por ciento. Nadal ha admitido la existencia de un informe así, pero ese documento fue el que el Gobierno presentó en Bruselas para conseguir que las centrales de carbón que no han invertido en desnitrificación puedan seguir en uso.