Asier Martínez, así lo vivió un berciano afincado a 200 metros del atentado de Manchester

El ponferradino ha asegurado que las primeras horas fueron de nervios, pero ahora solo piensa en "seguir con la rutina para que los terroristas vean que no tenemos miedo, porque eso sería peor"

23 de Mayo de 2017
Actualizado: 26 de Mayo de 2017 a las 11:36
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Asier-Martinez-destacada
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El ponferradino Asier Martínez, de 31 años, reside en Manchester con su mujer a escasos 200 metros del Manchester Arena, donde la pasada madrugada se produjo un atentado que ha dejado al menos 22 muertos y más de 50 heridos.

"Yo estaba durmiendo porque trabajo de noche y fue mi mujer la que escuchó las explosiones", ha explicado Martínez a los micrófonos de Radio Bierzo. "Cuando escuchó la primera explosión creyó que era una tormenta, pero con la segunda ya se preocupó y vio en las noticias lo que estaba pasando, y ya me despertó para contármelo", ha añadido.

No fueron testigos directos de la explosión, pero dada la cercanía de su residencia con el lugar del atentado tanto Martínez como su mujer fueron testigos de los servicios de emergencias que se desplazaron para atender a los heridos. "Vimos pasar muchísimos coches de policía y ambulancias, al estar tan oscuro solo se veían luces de emergencia", ha detallado.

Lo primero que hizo fue avisar a su familia de que tanto su mujer, originaria de La Rúa, como él se encontraban bien, y después se pusieron en contacto con otros conocidos entre los que se encuentran más bercianos y españoles residentes en la ciudad inglesa para comprobar que todos estaban "sanos y salvos".

Martínez trabaja en hostelería y ha explicado que suele trabajar en eventos grandes como el concierto de Ariana Grande que tuvo lugar antes del atentado, "pero en este la empresa no me cogió". A las 2.00 de la madrugada, poco después del accidente, debía levantarse para trabajar en otro acto, pero desde su empresa le comunicaron que permaneciera en casa por su seguridad. Su mujer, sin embargo, es enfermera y ha acudido a trabajar, pero desde el hospital le ha ido informando de la situación, que estaba "tranquila y relajada".

El ponferradino ha asegurado que las primeras horas fueron de nervios, pero ahora solo piensa en "seguir con la rutina para que los terroristas vean que no tenemos miedo, porque eso sería peor".