El Ayuntamiento de Bembibre formalizó este lunes la adquisición de la casa de Villarejo por un importe de 100.000 euros. Un precio que incluye una rebaja del 60,5% respecto al precio inicial de tal modo que el restante 39,5% reviste la fórmula de donación. La oposición del PSOE votó en contra de la operación de compraventa que Manuel Ángel Rey tildó de “electoralista”, y entiende que con un edificio como el centro cultural para el uso que se pretende dar significa que “este edificio saldrá muy caro”.
Esta rebaja en el precio supone la aceptación unos compromisos de obra y uso, a cambio de una rebaja en el precio de 253.185 euros a los 100.000 que está en disposición de abonar el Ayuntamiento a cambio del cumplimiento de unas condiciones.
En concreto, que el edificio servirá para preservar la memoria y reconocer a la persona y obra de don Bernardo Alonso Villarejo así como de su sobrina, la pintora María Isabel Alonso Llorente. El edificio, en consecuencia, “se destinará al servicio público del arte y de la cultura”, como biblioteca, museo, exposiciones y salas de música. Y en concreto para la difusión y exposición de fotografía del insigne ciudadano y de la pintura de su sobrina.
El Ayuntamiento también asume un compromiso de ocho años para establecer un porcentaje de objetivos y para garantizar la rehabilitación y redacción de anteproyecto y proyecto básico para la solicitud de financiación. Incluso con una cláusula de penalización en caso de incumplimiento que faculta a la propiedad para exigir el 100% de pago en concepto de indemnización.
El portavoz del equipo de gobierno, Sigifredo Benavides, justificó que aumentar el patrimonio “es un derecho que tienen todos los bembibrenses, y es un deber de cualquier gestor que se precie de serlo”, mientras que la oposición reprochó que “ya existe un edificio acondicionado para estos usos, así que un euro que se gaste es muy caro”. Rey llegó a plantear una duda sobre el futuro de la casa de las culturas, si una vez entre en funcionamiento el edificio de Villarejo “la cerrará o mantendrá los dos edificios abiertos”.
Borrón y cuenta nueva
La legislatura terminó con un nuevo enfrentamiento tras la negativa del PSOE a votar hasta que el secretario respondiera a una pregunta sobre la falta de informe sobre las condiciones de uso. Los portavoces protagonizaron la que, probablemente, será la última discusión en Pleno, y terminó con un compromiso por parte de los dos candidatos ‘popular’ y socialista (Otero y Courel, respectivamente) para evitar la tensión y el enfrentamiento.
Por su parte, el nombramiento de Gil y Carrasco como Hijo Adoptivo de la Villa sí que consiguió acuerdo y unanimidad entre las partes.
El Pleno también sirvió para la elección de mesas electorales con vistas a los comicios del próximo 24 de mayo.