Casi la mitad de los hogares de la provincia salen adelante a duras penas sin ningún miembro que trabaje, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En la provincia hay censados poco más de 200.000 hogares y en 74.000 de ellos (37%) no hay miembros en edad de trabajar. A ellos habría que sumarles otras 17.000 familias más (8,5%) cuyos miembros sí están en edad laboral pero ninguno de ellos encuentra empleo. Si lo miramos desde el punto de vista opuesto, los datos no dejan de ser preocupantes y es que solo 82.000 familias de la provincia pueden decir que todos sus miembros en edad laboral se encuentran trabajando.
Una de las causas para esta distribución del empleo en la provincia es el envejecimiento de la población, lo que provoca que en algunos hogares no haya miembros en edad de trabajar –por ejemplo, unos abuelos jubilados que mantienen a sus nietos con sus pensiones mientras los padres buscan trabajo. La otra gran causa, como no podía ser de otra manera, es la crisis económica y las dificultades para encontrar empleo.
Pese a todo, los números arrojan buenas noticias, si tenemos en cuenta que las casi 17.000 familias en las que algún miembro busca empleo son sensiblemente menos que las 21.800 que lo hacían en 2014, año que marcó un máximo histórico respecto a este dato. Por el contrario, sólo 82.000 hogares tienen a todos sus miembros activos trabajando, una cifra que en 2008 superaba las 107.000 familias.
Con estos datos en la mano, la provincia es una de las más castigadas por el desempleo, con 17.000 trabajadores y casi 40.000 empleos menos que hace siete años.
Los datos del paro
La última Encuesta de Población Activa (EPA) cifraba en 44.000 las personas en situación de desempleo en la provincia, una cifra similar a los registrados en las listas del Ecyl. De ellos, casi 13.000 pertenecen al Bierzo.