Ya en los días posteriores reaccionaban los primeros detectores, pero tras completar los análisis se comprueba que el vertido contenía niveles de cadmio que superan hasta en cien veces los límites, además de 8 veces los valores máximos en plomo y 3 veces el límite de zinc. También se constató la presencia de hierro, manganeso, cromo y níquel, aunque dentro de los niveles normales.
Unos resultados finales que ha dado a conocer la emisora SER-Bierzo.
Ahora, la Confederación Miño-Sil abre expediente y pide al Ayuntamiento de Cubillos que investigue la industria de procedencia de este vertido que tiñó de azul, y posteriormente de blanco, el arroyo Pradón el pasado 13 de enero.
Paralelamente a la labor que debe emprender el consistorio como responsable de la red de saneamiento del polígono, la unidad de protección de la naturaleza de la Guardia Civil, el SEPRONA, seguirá con sus investigaciones sobre la fuente de este vertido.
La utilización de cadmio, plomo o zinc en el proceso productivo no debería llegar en ningún caso a la red sin ser reciclada previamente en una depuradora propia de la industria.
Ya en los dos días posteriores a la recogida de muestra habían reaccionado los detectores de DQO (la cantidad de oxígeno necesario para oxidar la materia orgánica por medios agentes químicos) en niveles sancionables. Ahora, la gama de compuestos del vertido demuestran aún más toxicidad en este 'escape'.