Francisco Marín pretende agotar todas las opciones en busca de consenso antes de tomar una decisión final, insistiendo en la necesidad de contar con tiempo suficiente para concluir la obra antes de finalizar 2015, por la amplia financiación del programa europeo.
Será después de semana santa cuando el presidente de la Miño-Sil concite a Ponfesil, Ayuntamiento y Junta vecinal de Toral de Merayo para mediar en una postura resolutiva y que espera sea una solución común.
Marín llevará a la misma una propuesta para emplear los fondos de la quita en licitación del proyecto (que no se ha detenido en sus trámites) para mejorar las cuantías de las expropaciones.
El proyecto se encuentra en licitación con un importe base de 2,3 millones de euros, pero las ofertas presentadas rebajan en su mayoría hasta un 40% esta cifra. La decisión debe ser firme esta misma primavera, y eta reunión se antoja decisiva, ya que las obras deben estar rematadas y la documentación justificada ante Europa antes del 31 de diciembre de 2015, es decir, en un año y siete meses para un proyecto de gran calado y difultad técnicas, que además debe culminar toda los periodos de tramitación para la redacción y autorizaciones. Es decir, el tiempo empieza a ser ajustado.
En total 14 empresas mantienen su pugna por llevarse la obra, y Dragados parece llevar ventaja, puesto que es la que mejor puntuación técnica atesora (16,35 puntos) y la oferta económica es también de las más comedidas (1.359.454 €). La baja mayor es de la empresa ICA Construcciones (1.345.768) si bien tiene una puntuación técnica de 11,10.