Cuatro años de cárcel para el empresario Miguel Ángel Flores por la tragedia del Madrid Arena en 2012

27 de Septiembre de 2016
Actualizado: 28 de Septiembre de 2016 a las 18:20
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La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 4 años de cárcel al empresario Miguel Ángel Flores por la muerte de cinco jóvenes (Belén, Cristina, Katia, Belén y María Teresa) en la fiesta que organizó el 1 de noviembre de 2012 en el pabellón municipal Madrid Arena. Así consta en una sentencia en la que los magistrados de la Sección Séptima consideran al dueño de la empresa que organizó la fiesta mortal autor de cinco delitos de homicidio por imprudencia grave y 29 delitos de lesiones.

Los magistrados consideran que Flores fue el responsables del sobreaforo que hubo (16.800 personas en un recinto para 10.600), agravado por el cierre de los vomitorios y la apertura de varias puertas de emergencias para que entraran jóvenes sin control directos a la pista.

Asimismo, el tribunal ha inhabilitado al acusado para el ejercicio de organización de eventos durante el tiempo que dure la condena, ya que considera probado que "actuó intentando conseguir en todo momento el máximo beneficio económico", tal y como consta en la sentencia. El abogado de Flores, José Luis Fuertes, ha anunciado que recurrirá la condena.

En el juicio, la Fiscalía de Madrid solicitó cuatro años de cárcel para Flores por cinco delitos de homicidio imprudente grave y seis años de inhabilitación para ejercer la profesión de empresario u organizador de fiestas. Las acusaciones elevaban esta petición a veinte años, cuatro años por cada joven fallecida.

El juicio del caso Madrid Arena arrancó el pasado 12 de enero y se prolongó durante cuatro meses hasta el 13 de mayo. Durante la vista oral, Flores manifestó su pesar por lo sucedido y culpó al Ayuntamiento dirigido entonces por Ana Botella del hecho de alquilarle un edificio en malas condiciones. La prueba practicada en la vista oral demostró que la principal causa de la tragedia fue el sobreaforo que hubo, agravado por el cierre de los vomitorios y la apertura de varias puertas de emergencias para que entraran jóvenes sin control directos a la pista.

La Audiencia Provincial considera también culpables de cinco delitos de homicidio por imprudencia y lesiones al responsable de Madridec (empresa municipal que explotaba el pabellón), Francisco del Amo, y al director general de Diviertt (empresa organizadora del evento), Santiago Rojo, a los que condena a tres años de prisión; y a Miguel Ángel Morcillo, de Diviertt, y a Carlos Manzanares, de Kontrol 35 (empresa encargada de la seguridad interior), a los que se les impone una pena de dos años, seis meses y un día de prisión. Menores penas han recibido los coordinadores de seguridad de Seguriber (empresa encargada de la seguridad exterior del recinto) Juan José Paris y Raúl Monterde, condenados a pagar 3.600 euros de multa por 5 delitos de homicidio por imprudencia menos grave.

Los médicos, absueltos

Asimismo, se absuelve al exjefe de la Policía Municipal de Madrid Emilio Monetagudo de responsabilidad en la tragedia. "Ni la Policía Municipal, ni especialmente el acusado Emilio Monteagudo pudo conocer y controlar, ni sobre el resto de circunstancias y actuaciones que se produjeron en el interior de dicho pabellón, por lo que procede la libre absolución del que era jefe de la Policía Municipal aquella noche al no haber cometido el mismo conducta imprudente alguna que tenga influencia en el lamentable resultado producido", recoge la sentencia. Monteagudo se sentó en el banquillo a instancias de las acusaciones que representan a las familias de las fallecidas en el juicio, ya que la fiscal no le acusaba de los hechos sucedidos.

También quedan absueltos los responsables de la enfermería en la fiesta: el equipo médico formado por Simón Viñals y su hijo Carlos, que atendieron a tres de las víctimas mortales (Katia Esteban, Rocío Oña y Cristina Arce). Pese a entender acreditada su "negligente actuación" cuando las víctimas fueron llevadas al botiquín para que las asistieran, el tribunal les absuelve por considerar que "no está probado" que si dichos doctores "hubieran actuado correctamente podrían haber evitado que las jóvenes fallecieran", dado el tiempo que las víctimas estuvieron atrapadas en el vomitorio y el que transcurrió hasta que pudieron ser rescatadas. En el juicio, el fiscal solicitó para ambos un año y medio de cárcel por un delito de homicidio por imprudencia grave.

vía: 20 minutos