Esta reivindicación llega horas después de que el alcalde de Villablino, Mario Rivas, pidiera oficialmente a Subdelegación del Gobierno que los camiones repletos de carbón de importación no atravesara las calles del municipio para evitar los conflictos, debido a que estas acciones son consideradas una ofensa para todos los vecinos y mineros que han tenido que ser testigos de como su principal sustento económico desparecía.
En la mayoría de los casos, se trata de cargas procedentes del puerto gijonés del Musel, que se dirigen hacia la térmica de Compostilla. Ya en 2015 tuvieron lugar diversas movilizaciones contra este tipo de transporte por la frustración que la compra de carbón importado suponía para las cuencas mineras. En ese momento, se obligó a los camiones a volcar las cargas sobre la calzada para interrumpir el trayecto hasta Compostilla.