Arias ha hecho hincapié en que “revisando los planes provinciales, no he podido encontrar ninguna subvención solicitada por el Ayuntamiento de Carucedo para solucionar el problema de abastecimiento”. “El Ayuntamiento no puede quejarse, porque la competencia de abastecimiento de aguas es suya, es quien cobra por prestarla y no ha solicitado ninguna subvención por este asunto”, dice Arias, que recuerda que “si no lo solicita, no se puede dar la subvención”.
Según el diputado provincial, el Ayuntamiento no ha hecho todo lo que está en su mano para encontrar una solución permanente al problema. “Nosotros ofrecemos la opción de que soliciten un cambio de obra, ya que este año han pedido que el dinero que les corresponde en los planes provinciales se destine a una renovación de las aceras”, explica Arias, que cree que “esa obra puede esperar pero el problema del agua es prioritario”.
“Ese dinero podría destinarse a solucionar el problema de abastecimiento, aunque habría que hacer el cambio de obra con premura para entrar dentro de los plazos”, explica Arias, que incide en que “si el proyecto necesita mucho dinero, pueden incluirse partidas en distintos años”.
La solución permanente, apunta Arias, podría pasar por la construcción de depósitos nuevos, nuevas captaciones en algún manantial cercano o el bombeo desde algún punto del Lago de Carucedo. “Lo primero que tiene que hacer es contratar un técnico que elabore un proyecto o una memoria y ver cuál puede ser la solución al problema y qué coste tendría”, recomienda Arias.
La misma opinión tiene el grupo popular en Carucedo, que en boca de su portavoz José López Bello, ha explicado que “se trata de establecer un orden de prioridades en la solicitud de ayudas y subvenciones a las distintas administraciones, un orden que responda a las necesidades reales del municipio y, en el caso del abastecimiento de agua, es indiscutible que se trata de una actuación de primera necesidad”.
Este miércoles, la Asociación de Hosteleros de las Médulas amenazó con cerrar a modo de protesta los negocios de la zona por las restricciones de agua potable en la zona. Los 25.000 litros diarios que obtiene el pozo se quedan escasos ante la intensa actividad estival que soporta el pueblo más cercano al paraje Patrimonio de la Humanidad.