Una vez analizadas las aguas que provocaron diversas inundaciones en el patio del Colegio Compostilla la semana pasada y que dieron lugar a insoportables olores fecales, según relató a este periódico la presidenta del AMPA, el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Ponferrada ha aclarado que "no existe ningún riesgo para los alumnos, debido a que se trata de agua totalmente potable". "Es más", según incidió la alcaldesa de Ponferrada, Gloria F. Merayo, "los estudios del agua se hacen de manera periódica en el centro debido a la antigüedad de las tuberías, por lo que no es un tema que nos sea ajeno". "En ningún momento se pondría en juego la salud de los menores".
A este respecto, y respondiendo a la exigencia del grupo municipal Ciudadanos de llevar a cabo un plan urgente de actuación para solventar las carencias de salubridad del colegio, Merayo criticó la falta de información por parte de algunas partes implicadas, "debido a que este equipo de Gobierno ya lleva muchos meses trabajando en buscar la solución a los atascos que se producen en el Compostilla". Además, la alcaldesa insiste en que, en los últimos encuentros mantenidos con la dirección del centro por otras causas, "no se nos ha trasladado ninguna disconformidad o queja sobre este asunto".
No obstante, Gloria señala que los servicios técnicos del Ayuntamiento han podido comprobar que el motivo de que los sumideros se atasquen es debido "a la acumulación de piedrecitas en las tuberías, teniendo en cuenta que el patio es de gravilla y que, con el movimiento continuo y los juegos de los pequeños, se cuelan por los desagües". Para ellos, el consistorio ha tomado la decisión de pavimentar la superficie y así evitar este molesto problema. "La obras se llevarán a cabo durante el verano para no interferir en el funcionamiento de las clases".
Por otro lado, la regidora de la capital del Bierzo adelantó que los técnicos también han comprobado el estado de las cañerías "y, actualmente, no presentan ningún daño". No obstante, se llevará a cabo una revisión íntegra de las tuberías de abastecimiento para saber si es necesario cambiar todo el sistema "y conocer el presupuesto que haría falta para ello". A partir de ese momento y valorando la cuantía "se decidiría si es una actuación que deba sufragar el Ayuntamiento o la Consejería de Educación".