Estado actual del ramal, cuya construcción se inició en 1919 para transportar el carbón. César Sánchez (Ical)Las asociaciones Club Xeitu y Asociación Cultural Ferroviaria Berciana ya han registrado la memoria para la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) del trazado de ferrocarril Ponferrada-Villablino y sus ramales, que viene a completar su solicitud de incoación de expediente para evitar que dicha infraestructura sea desmantelada para el desarrollo del proyecto del Camino Natural Villablino-Villaseca de Laciana que promueven el Gobierno y el consistorio lacianiego.
La solicitud de Xeitu cuenta con más de una veintena de adhesiones del mundo de la cultura, la ciencia, la universidad y el ferrocarril. Su portavoz, Víctor del Reguero, destaca el respaldo y el apoyo de diversas personalidades e instituciones, entre las que se incluyen, por ejemplo, los escritores Luis Mateo Díez, José María Merino, Antonio Gamoneda, Julio Llamazares o Ángeles Caso, el pintor Eduardo Arroyo, la pianista Rosa Torres-Pardo y numerosos profesores y catedráticos de las universidades de León, Cantabria, Oviedo, Valladolid y de la Complutense de Madrid.
También firman a favor de la declaración BIC el director de Consultora de Recursos Naturales, el biólogo Mario Sáenz de Buruaga, e instituciones como el Círculo Madrileño Ferroviario, el Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español, la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Ferrocarril y la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero.
Del Reguero confía en que Patrimonio tenga en cuenta su solicitud porque el valor del ferrocarril y sus ramales, apeaderos, así como las máquinas locomotoras que aparecen reseñadas en la memoria “está suficientemente explicado y razonado”, incluso con algunos argumentos extraídos de los propios documentos de la Junta. “Creemos que si debería protegerse”, recalcó.
En la memoria presentada, el Club Xeitu pide esa protección no solo para el trazado del ferrocarril, cuyo proyecto fue aprobado en 1918, sino que incluye además a sus ramales anexos como “vía histórica”. Así, recoge las estaciones que conserva, como son las de Ponferrada, Villablino, Cubillos, Toreno, Matarrosa, Páramo, Palacios y Cuevas del Sil, así como varios apeaderos.
En este sentido, también reclama que se incluya en la declaración BIC todo el material de tracción histórico del mismo como “colección de bienes muebles de interés cultural”, que incluyen decenas de locomotoras, desde las míticas Baldwin a las Maffei, y vagones que formaron parte de su parque móvil, y las antiguas centrales térmicas de la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) de Villablino y de la capital berciana como “monumentos” y el lavadero de Antracitas de Fabero.
En sus consideraciónes, el Club Xeitu asegura que estos testimonios de la industrialización “constituyen hoy un legado imprescindible para comprender la Historia de España de los dos últimos siglos”. Así, en el caso concreto del ferrocarril Ponferrada-Villablino “es palmario el papel no solo determinante sino imprescindible en su evolución social, demográfica, paisajística y urbana, en la formación del carácter cultural y en la definición del ambiente en que durante un siglo se ha desarrollado esa actividad”. “La conservación y el estudio de ese legado material son fundamentales para comprender y documentar un periodo clave de la historia y su mantenimiento un bien social”, añaden.