Con todos los centros de trabajo paralizados y la práctica totalidad de la plantilla inmersa en un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) suspensivo aprobado para 2017, así como otro de carácter extintivo en tramitación, la semana arranca este lunes 24 de abril con el fallo del tribunal sobre el conflicto entre Hunosa y Uminsa por el almacenamiento estratégico de carbón, un litigio que para la empresa minera ha supuesto ya el embargo de las ayudas de 2016, la petición de saldos a las compañías eléctricas receptoras del mineral y la inscripción provisional de embargos sobre la maquinaria y vehículos de la compañía.
“Desde la representación de los trabajadores”, dicen, “no comprendemos que –con los esfuerzos que hubo que hacer desde el año 2013 para sacar adelante un convenio que evitase la desaparición de la empresa- ahora Hunosa pase por delante de todos los demás acreedores –incluyendo a los trabajadores y a las administraciones públicas- y se lleve por delante un concurso que se venía cumpliendo en todos sus extremos desde que se aprobó a finales de 2013, para finalmente -tampoco ella- cobrar su deuda al provocar la liquidación de Uminsa”.
En esta semana también espera el órgano de representación laboral la conclusión de la tramitación administrativa de los arrendamientos de determinadas concesiones mineras presentados por Prosimet, con la que Uminsa ha suscrito contratos que le permitirán retomar la actividad y continuar con su convenio. “Tampoco en este caso”, advierten, “se entiende que un procedimiento reglado que en Asturias se resolvió en unos pocos días, se esté demorando tanto en Castilla y León, poniendo en peligro los empleos e impidiendo que se reanuden las ventas a las centrales térmicas, una de cuyas premisas era que se resolviesen estos expedientes tal y como se informó a la representación de los trabajadores por parte de Endesa”.
De estas decisiones, asegura la representación de los trabajadores, depende “que se retome la actividad en unas minas que habían logrado ya ser competitivas de cara al escenario que se avecina a partir del 2018 o por el contrario se pierda todo el esfuerzo realizado y se condene definitivamente a las comarcas mineras afectadas”.