Sáez incidió en que el modelo supone que el Ejecutivo regional confía en los trabajadores sanitarios y espetó a los detractores del modelo que “a nadie debe incomodarle que grupos de profesisonales nos propongan cómo mejorar las cosas”. “En eso consiste este proyecto”, sentenció.
Antonio María Sáez insistió en que el reto es “mejorar los resultados”, desde reducir la espera máxima a 25 día, a bajar la mortalidad de infartos en algunos centros; y defendió la forma de elección de los responsables de estas unidades, con el mismo modelo que para los jefes de servicio, en un primer momento en forma de comisión de servicio y después a través de concurso público. Todo después de que Ciudadanos en Castilla y León pidiera un modelo más transparente y menos político para designar a los jefes de las unidades que marcarán la gestión de las distintas áreas de los centros hospitalarios.
Desde los sindicatos sanitarios se insiste en que este modelo es un puente hacia la privatización, aunque el consejero lo rechaza de plano.