"Estamos en un momento de encrucijada, de movimientos importantes" aunque considera que "tiene todo el sentiro la supervivencia de esta central".
Eso sí, el responsable para el noroeste de España de la compañía eléctrica propiedad de ENEL asume que la decisión sobre la modernización de la central que precisa definirse este año para cumplir con la normativa y que evite la programación de su cierre "se encuentra en un momento de espera" fundamentada en "que se den las condiciones".
Y las condiciones, aunque no ha querido profundizar, se refieren a la concreción sobre el papel de la generación por carbón en el mix nacional.
La central se encuentra acogida a la exención por vía útil; una moratoria rectificable hasta octubre, y que marca un total de 17.500 horas operativas hasta 2023, año en que, de no haberlas agotado antes, los grupos deben apagarse.
Fue en medio de la Oferta Pública de Valores (OPV) de Endesa el pasado mes de noviembre cuando se conoció que la eléctrica había reflejado una provisión de 96 millones de euros para desmantelar los grupos 3,4 y5 (el grupo 2 termina su vida útil precisamente en 2015). En todo caso, desde Endesa afirmaron entonces que se trataba de “una formalidad administrativa” de la operación bursátil.