El oso pardo cada vez hiberna menos en el corredor cantábrico por los inviernos 'suaves'

Era ya una circunstancia patente pero los científicos empiezan a constatar numerosos episodios de no hibernación en las poblaciones de osos en corredores como el cantábrico, donde una de las poblaciones más destacadas se mueve por el Alto Sil y Laciana.

05 de Febrero de 2016
Actualizado: 10 de Febrero de 2016 a las 17:43
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Era ya una circunstancia patente pero los científicos empiezan a constatar numerosos episodios de no hibernación en las poblaciones de osos en corredores como el cantábrico, donde una de las poblaciones más destacadas se mueve por el Alto Sil y Laciana.

La imagen de osos paseando en pleno invierno, justo en el periodo en que deberían estar hibernando, no es tan extraordinaria como pueda parecer. La mayoría de los expertos en estos mamíferos considera que es bastante habitual, sobre todo en madres con crías, y que existe constancia desde la Edad Media de esta actividad invernal. Sin embargo, este año, el movimiento de osos en la cornisa cantábrica, donde se encuentra una de las poblaciones españolas de estos animales, es mucho más intenso de lo habitual.

Los científicos señalan que la suavidad del invierno ha cambiado sus costumbres de hibernación.

"Es una situación extraña, porque normalmente en invierno disminuye el número de osos circulando y este año parece que hay muchos", explica Carlos Nores, zoólogo de la Universidad de Oviedo y uno de los máximos expertos en los osos pardos de la cornisa cantábrica. Nores fue precisamente uno de los seis científicos que constató uno de los principales patrones de la no hibernación, que recogió en 2010 en un artículo en la revista científica Mammal Research. Este trabajo mostraba que las osas con oseznos del sur de Europa preferían muchas veces no hibernar para recuperar la energía que habían consumido amamantando a sus crías. Esto ocurre siempre que el invierno y la ausencia de nieve permitan encontrar alimento.

Este fenómeno se detectó con mucho retraso porque es difícil distinguir a un oso "sonámbulo" —que se desplaza de un lugar a otro sin abandonar su letargo— de otro que ha preferido no dormir; pero sus cambios en los patrones de sueño son cada vez más evidentes.

Vía ElPais.com 

Por hechos como este la Fundación Oso Pardo pide más esfuerzos a las administraciones para evitar conflictos en la convivencia entre la población cada vez más activa de osos y los seres humanos.
Y es que cada vez es más habitual encontrarse con un ejemplar de oso pardo, en zonas como el Alto Sil durante una incursión por los montes y valles. En 2015 recordamos el caso del cazador Lorenzo, vecino de la zona, se llevó un buen susto (VIDEO). O el oso que mira a cámara en Palacios, un osezno que también se acercó al humano. O la carrera con un oso de un sorprendido conductor en la carretera de Igüeña (VIDEO)

En España, existen dos poblaciones de osos diferenciadas, con 27 ejemplares en los Pirineos y 230 en la cornisa cantábrica, según la Fundación Oso Pardo.
En la zona del Alto Sil (Villablino, Palacios y Parámo del Sil, fundamentalmente) hay entre cuatro y cinco osas paridas al año.