El pleno del ayuntamiento de Ponferrada aprobó hoy el plan económico y financiero para los ejercicios 2016 y 2017, con los votos a favor de PP, PSOE y Coalición por el Bierzo (CB) y las abstenciones del resto de grupos. El plan de ajuste es consecuencia del incumplimiento de la regla de gasto durante la aplicación del presupuesto de 2015, que tuvo una desviación de 1,2 millones de euros en el apartado de gastos. El programa, que no contempla medidas adicionales de recorte de inversión pública, se remitirá ahora al Ministerio de Economía y Hacienda para someterlo a su aprobación.
Durante las intervenciones de los grupos políticos, la portavoz del PP y concejal de Hacienda del consistorio, Amparo Vidal, destacó los “tres factores determinantes” que han obligado a la redacción del plan, entre los que ha citado la sentencia de FCC, que costó 1,1 millones a las arcas municipales, la redacción del plan para el aprovechamiento del Morredero (17.000 euros) y las facturas pendientes por la obra de los campos Ramón Martínez (130.000 euros), gastos todos ellos que no contaban con partida presupuestaria en las cuentas de 2015.
En este sentido, Vidal subrayó que el informe de Intervención que acompaña al plan señala que “cumpliremos objetivos sin tomar medidas adicionales porque el presupuesto de 2016 ya prevé esas contingencias”. En la misma línea se pronunció el portavoz socialista, Olegario Ramón, que destacó que el plan prevé el “cumplimiento riguroso de los presupuestos de 2016 y 2017” sin que haya que tomar nuevos ajustes.
Desde la bancada de Ciudadanos, la portavoz naranja, Rosa Luna, ha subrayado la “obligatoriedad” de presentar el plan económico y financiero, ya que, al haber incumplido la regla de gasto, “no presentarlo supondría una infracción de la ley presupuestaria”. Por su parte, el portavoz de Ponferrada en Común (PeC), Miguel Ángel Fernández, manifestó que su abstención respondía a un “posicionamiento contrario a las políticas económicas del déficit cero de quien gobierna en el Estado”, mientras que el portavoz del Partido Regionalista del Bierzo (PRB), Tarsicio Carballo, definió el plan como un “corsé que está haciendo un daño terrible al ayuntamiento” y lo calificó de “nefasto para el Bierzo”.