El radar 'trampa' que controlará el tráfico en la N-120 entre León y Astorga, a punto de entrar en funcionamiento

Instalado ya desde hace dos días, sólo queda el trámite del Boletín oficial para que comience a medir los excesos de velocidad en el amplio tramo de 5 kilómetros entre San Miguel del Camino y Villadangos del Páramo.

28 de Mayo de 2016
Actualizado: 01 de Junio de 2016 a las 14:04
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RADAR 460
RADAR 460
radar-2-555 Fuente: ileon.com

El Gobierno ha cumplido su palabra y hace escasos dos días que el anunciado radar de tráfico que controlará el tráfico en la N-120, en la vía que une San Miguel del Camino y el acceso al polígono industrial de Villadangos, ya está instalado. Ahora sólo queda esperar al trámite del Boletín Oficial para que el nuevo radar 'trampa' entre en funcionamiento para vigilar la velocidad de más de 20.000 vehículos que transitan a diario por este vial, el de más densidad de tráfico de la provincia.

El objetivo primordial de este nuevo radar no es otro que intentar aumentar el tráfico en la autopista León-Astorga (AP-71), el peaje que rompe la vertebración interna de la provincia entre la capital leonesa y la comarca del Bierzo y que obliga a los conductores a pagar 4,95 euros para turismos y hasta 8,10 euros para los vehículos más pesados. Con la instalación del radar, la única alternativa que evite los obstáculos será, precisamente, utilizar la considerada la autopista más ruinosa y menos transitada de España desde su construcción en el año 2000.

Los que decidan seguir utilizando la N-120 se someterán a la vigilancia de un radar que controlará a través de multas que los vehículos no circulen por ella a más de 100 kilómetros por hora de limitación establecida. El mecanismo incluye dos sensores instalados sobre dos postes alimentados mediante energía solar, que controlarán los excesos de velocidad pero no en un determinado punto, sino a lo largo de un amplio tramo de 5 km, los que separan San Miguel del Camino y la rotonda de acceso al polígono de Villadangos del Páramo.

A esa presión hay que sumar la instalación de una polémica línea continua de 3 kilómetros que oprime la circulación en gran parte de este mismo tramo ahora 'medido' por el radar de tramo.

Funcionamiento del radar de tramo


Uno de los sensores registra el paso de un vehículo determinado y pone en marcha un mecanismo que contabiliza el tiempo medio que emplea en llegar hasta el segundo sensor, a cinco kilómetros de distancia. Después de esto, un software comprueba el tiempo que cada vehículo ha tardado en cubrir este espacio de carretera, calculando así su velocidad media.


Si en este recorrido el vehículo ha tardado menos tiempo del mínimo establecido se considera que ha circulado por encima de los 100 kilómetros por hora, y en tal caso los datos se remiten a través de fibra óptica a la Dirección General de Tráfico (DGT), donde se llevará acabo la multa final. Y atención, porque ese cálculo de la velocidad media puede suponer que los vehículos que circulen por debajo del 50% de la velocidad establecida también sean multados, por presuponerse que también son un riesgo para la circulación.