Unos peregrinos a su paso por el municipio de Ponferrada este domingo / César Sánchez (Agencia ICAL)Después de un mes de abril con máximas que llegaron a los 25 grados y mínimas suaves, la llegada de mayo parece traer a toda prisa una primavera más propia del final del invierno. Esto se resume en aquel dicho popular de que 'cuando marzo mayea, mayo marcea'.
Las consecuencias para el campo berciano no pueden ser más nefastas. Las heladas de esta pasada semana -de hasta -5 grados en la zona de Bierzo central- provocaron necrosis a las cerezas, que estaban ya en fase de engorde de fruto. Y el cuajado de otras como peras, manzanas, nogales... la flor también se vio afectada. Mucho más aún en las viñas del Bierzo, que han perdido -según datos oficiales del Consejo Regulador- hasta el 70% de la cosecha de media. Ello ha llevado a a D.O a solicitar al Ministerio de Agricultura la declaración de zona catastrófica por daño climatológico, para acceder a ayudas que palíen las pérdidas para los productores esta campaña.
Y este fin de semana el protagonismo ha sido para la lluvia. Rachas intesas de viento, temporal y acompañado del fenómeno del granizo, que ha caído a intervalos en los municipios de Ponferrada, Camponaraya, Carracedelo y Cacabelos, principalmente. Ello también genera daños en las plantaciones que serán valorados a lo largo de esta próxima semana.
En cuanto a la evolución del tiempo, tiende a estabilizarse según las previsiones de las AEMET, y dsde este lunes las máximas suben de nuevo hasta los 22 grados con mínimas que ya no bajarán de los 6. La lluvia también pasa este lunes dando lugar a cielos mayormente despejados. Una tregua que hará falta para valorar las pérdidas en cerezos, viñas, y en la floración de perales y manzanos.
