Por la mañana fue el turno de los más pequeños. Y por la tarde tomaron el relevo los mayores. La Gladiatus Race convirtió este sábado a Cacabelos en un escenario en el que el deporte se dio la mano con la épica a orillas del Cúa. Transportar troncos, correr sobre un puente móvil, enfrentarse a un muro de madera o deslizarse por el barro fueron algunas de las pruebas a las que se enfrentaron estos gladiadores.
La jornada comenzó al mediodía con la Gladiatus Júnior, prueba adaptada a los chavales en la playa fluvial. A las 17,00 horas comenzó la competición para los adultos sobre un recorrido de 7 kilómetros y 30 obstáculos. Cerca de 300 participantes (llegados también de Asturias y de otros puntos de Castilla y León) asistieron a esta segunda edición de la Gladiatus Race.
Y la Gladiatus Race concluyó con una fiesta en la Plaza Mayor rematada con un gran magosto.
Fotos de Dani Quiterio
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