Merayo insiste en que "ya es hora de sensibilizar a la sociedad de que la culpa no es de ninguna administración, sino de las personas que atentan contra nuestra riqueza paisajística sin motivo alguno". "A ellos es a los que hay que estigmatizar y no a las Administraciones". La regidora de Ponferrada asegura estar completamente segura de que el plan de ordenación de los montes no hubiera evitado la desgracia que tuvo lugar la semana pasada en la Tebaida. "Desde el minuto uno, tanto los medios de la Junta como de este ayuntamiento se emplearon al 200%", subrayó, aunque es consciente de que " siempre todo es mejorable", por lo que ha aprovechado su exposición para anunciar que "una de las próximas actuaciones será abrir una pista que rodee San Cristobal para poder acceder mejor", porque nadie puede negar que la orografía de la zona "ha complicado mucho las labores de extinción". Cabe recordar que en ese trabajo para acabar con el fuego participaron hasta ocho medios aéreos simultáneamente y dos centenares de personas.
En este sentido, Gloria F. Merayo considera que la clave pasa por crear un Plan de Protección Civil, en el que asegura que ya están trabajando desde hace días varios representantes del Ayuntamiento, de Medio Ambiente, de Aquona y de los bomberos, entre otros agentes sociales implicados en esta labor. Por otro lado, y en este afán de pedir la "tolerancia cero" hacia los incendiarios, la alcaldesa recordó que lo que toca ahora es conseguir cuanto antes que la zona afectada sea declarada como catastrófica -decisión respaldada por la Consejería de Medio Ambiente-, "a fin de que el Gobierno pueda establecer una línea de ayudas para las labores de restauración y recuperación de ese patrimonio natural". Con respecto a la cuantía, la regidora todavía prefiere no adelantar ninguna cifra "porque hay que analizar todos los daños".
La regidora espera poder hablar este jueves con la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, para trasladarle la necesidad de acometer actuaciones urgentes en la Tebaida berciana.