Al menos esa es la intención que los responsables del Ministerio han trasladado a CC.OO, UGT y USO. Esta semana sí hubo contenido, después de que la patronal Carbunión enviara a última hora de ayer sus planes de producción hasta 2018. El Gobierno ha trasladado un nuevo borrador del Plan.
O han trabajado en tiempo récord en el ministerio tras escudriñar los planes de producción y de plantillas 2013-2018 que -hoy sí- la patronal Carbunión trasladó a última hora de ayer a Industria, o indistintamente el ministerio tenía previsto un borrador para entregar en la reunión de esta tarde en Madrid a la parte social, como así ha sido.
Y además ha dado tiempo a los sindicatos para estudiarlo, porque además de la jornada matutina de mañana, el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, hizo hueco en agenda para una tercera jornada de reunión el jueves. Todo para intentar llegar a acuerdo antes de final de mes, dado que el Gobierno sigue manifestando su disposición a enviar en este mes a Bruselas el Plan del Carbón 2013-2018.
El secretario de Minas de CC.OO, José Luis Villares, ha declarado a este diario que los sindicatos no realizarán declaraciones sobre el contenido del nuevo borrador "hasta analizarlo pormenorizadamente".
El Plan presentado por el Gobierno en julio, y que la parte social rechazó de pleno “y sobre el que no queremos volver a negociar” recogía el ajuste en otros 1.000 empleos en las empresas (actualmente son 4.000 empleos directos en minería), además de limitar de 11 a 5,9 los millones de toneladas a producir; y de ellos 4 millones provenientes de cielos abiertos en un cambio de peso respecto a las de interior.
Tampoco el Plan recogía una línea de fondos a los municipios mineros en concepto de reindustrialización, cambiándolos por subvenciones formativas.