Joaquín García Santalla, junto a una portada de 'El Ganso', publicación en la que participó como alumno del Colegio San Ignacio 
García Santalla observa uno de sus dibujos de personajes de la Transición. En la imagen aparecen, de izquierda a derecha, Manuel Fraga, Adolfo Suárez y Santiago CarrilloEn apenas unos años pasó de dibujar las portadas de la revista del colegio a firmar caricaturas en el diario Pueblo. Nacido en San Juan de la Mata (Arganza), Joaquín García Santalla se trasladó al año a Ponferrada, donde cursó estudios en San Ignacio. Le puso hace poco más de medio siglo escudo al centro educativo y formó parte de un grupo de alumnos que sacaron a la calle ‘El Ganso’, una revista de tono humorístico que pretendía emular a la célebre ‘La Codorniz’. Fue el nacimiento de una vocación a la que dio forma en Madrid, adonde se desplazó para hacer la carrera de Arquitectura. Y allí recibió el empujón de uno de los grandes de las viñetas, Antonio Mingote. “Me dijo que lo que yo hacía tenía cabida en la prensa sin ninguna duda. Y eso me dio alas”, dice en la sala de exposiciones de la Casa de la Cultura de Ponferrada, rodeado de varios de los trabajos realizados en aquel período de Transición a la democracia en la que la prensa tuvo un papel muy relevante.
Las palabras de Mingote fueron proféticas. “Yo entonces me empiezo a mover y compruebo que me salen fácilmente trabajos en períodos y revistas”, recuerda. Fue así como llegó al diario Pueblo, donde pronto se ganó la confianza de su afamado director, Emilio Romero, quien dio mucha cancha a sus publicaciones. “Lo que hace Santalla”, dejó dicho Romero, “tiene varios elementos: es un dibujo riguroso, es un retrato físico irreprochable, es una imagen moral penetrante, es una caza fulgurante de la persona en sus rasgos y en sus intenciones. Y, además de todo esto, es una espléndida obra de arte en su género”. No fue el único grande del periodismo español que dejó testimonio de su admiración por la obra del berciano. “Santalla”, considera Andrés Aberasturi, “dibuja con el fervor del artesano, del que ha elevado la caricatura a un rango en el que la bondad y la psicología se dan la mano, en el que el arte y la chufla nacen en el mismo parto”.
García Santalla llegó a la prensa en un momento trascendental para la historia del país, lleno de personajes carismáticos. ¿Aquellos líderes políticos eran más caricaturizables que los de ahora? “Era más por muchas razones. En primer lugar porque eran personajes con un peso político increíble. Muchos venían del exilio. Precisamente por eso la mayoría tenían una edad avanzada. Y eso te facilita el trabajo porque sus rasgos son más identificables”, contesta el autor, que no tuvo problemas con la censura (“al final”, confiesa, “tú mismo te vas creando algún freno, lo cual no significa que siempre lo consigas”), pero sí un par de anécdotas con la familia Franco. Sucedió en ‘Blanco y Negro’, revista dirigida entonces por Luis María Anson, donde hubo suscriptores que pidieron su baja al considerar “altamente ofensiva” una caricatura de la esposa del general, Carmen Polo, con una dentadura prominente; y también en una exposición en la que el Marqués de Villaverde le dijo que había dibujado a su hija Carmen Martínez-Bordiú con una nariz excesivamente grande. “Y efectivamente, en aquellos días, ella se había operado”, reconoce García Santalla, que colaboró con otros medios como ‘Abc’, ‘Cambio 16’, ‘Arriba’ o ‘La hoja del lunes de Madrid’.
Los horarios de trabajo en publicaciones que en muchos casos eran vespertinas no casaban bien con sus estudios de Arquitectura, que se ralentizaron durante algún tiempo. Con la carrera terminada, Joaquín García Santalla ha ejercido de arquitecto, por lo que tiene su propia visión de una Ponferrada a la que había regresado sólo esporádicamente hasta que este pasado mes de septiembre protagonizó la exposición ‘Santalla & Strarts’, una muestra dividida en caricaturas de ayer y de hoy en la Casa de la Cultura y el Centro Cultural Río Selmo, respectivamente, y esculturas en la calle.
“Ninguna ciudad da hoy respuesta a los problemas de sostenibilidad”
“Ponferrada ha pegado un cambiazo brutal. Y eso hay que reconocerlo y disfrutarlo”, dice este arquitecto tras subrayar que “el urbanismo es la ciencia más apasionante ahora mismo”. “Ninguna ciudad da hoy respuesta a ciertas problemáticas, sobre todo vinculadas con la sostenibilidad. El reto está ahí. Mientras el peatón tenga que descender de la acera para cruzar por un paso de cebra, ése es el primer síntoma de que esa ciudad no está adaptada a una realidad en la que el peatón es el rey”, reflexiona García Santalla, para quien otro de los ejes de modernidad reside en la creación de un anillo exterior verde en el perímetro de los cascos urbanos.
El berciano ha mirado en estos días con ojos de arquitecto a Ponferrada, que le reclamó a través del Instituto de Estudios Bercianos (IEB) en su condición de caricaturista y escultor, la última faceta de su dilatada trayectoria. La de caricaturista es una ocupación perenne, a la que ahora da salida por medio fundamentalmente de las redes sociales. En esta condición colaboró también con ‘Clásicos populares” de Radio Nacional de España y con el ‘Telediario’ y ‘El conciertazo’ de Televisión Española, el programa divulgativo de música clásica liderado por Fernando Argenta. “Yo era el dibujante oficial. Hice la cabecera del programa y los muñecos de Beethoven, Mozart y Bach”, explica tras poner a los alumnos del Colegio San Ignacio un fragmento de aquel célebre programa, una manera de cerrar el círculo para quien hace más de 50 años dibujó el escudo del centro y contribuyó a sacar una revista humorística que fue el germen de una vocación que todavía perdura.
El berciano expuso una selección de caricaturas de la Transición en la Casa de la Cultura de Ponferrada durante el pasado mes de septiembre 
García Santalla ha colaborado con muchas publicaciones de prestigio y con programas de Radio Nacional de España y Televisión Española