Un camión descarga carbón para su quema en la central térmica de Cubillos del Sil / César Sánchez/ICALLa Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé un estancamiento para los próximos cinco años de la demanda mundial de carbón, que procederá principalmente de Asia, según informa la Agencia EFE.
La explicación, según el organismo, reside en el descenso en la demanda de China y EE.UU, a lo que se suma la proyección de crecimiento de las renovables y el aumento de la eficiencia energética.
La demanda de carbón bajó en 2015 por primera vez en este siglo, según se reflejó en el informe Perspectivas para la energía mundial 2016 que la AIE presentó en noviembre. Ahora, el organismo estima que los niveles de 2014 no se alcanzarán de nuevo hasta 2021.
Europa y América del Norte consumían la mitad del carbón del mundo en el año 2000. En 2015 el porcentaje había caído a menos del 25%. Entre tanto, el peso de la demanda de Asia aumentó hasta tres cuartas partes del total.
El carbón supone el 45% de todas las emisiones de dióxido de carbono vinculadas al consumo de energía y libera contaminantes de otros tipos, según reconoce el informe, en el que no obstante se admite que es una fuente energética atractiva para muchos países por ser relativamente asequible.
Como signo positivo, la AIE destaca el repunte en los precios del carbón experimentado este año, y que puso fin a cuatro años de descensos, hecho que atribuye al impacto de las políticas adoptadas por Pekín para recortar su capacidad productiva.
Pese a la entrada en vigor del Acuerdo de París, el informe considera que no hay grandes progresos por promover el desarrollo de las tecnologías de captura y almacenamiento de las emisiones de carbono.