El ARU (Área de Regeneración Urbana) aprobado para Ponferrada no se limitará a actuar en el barrio de Compostilla, donde apenas hay 60 viviendas susceptibles de acogerse a una intervención ahora volcada en el interior de los inmuebles. El Ayuntamiento 'peina' en la actualidad otros puntos del municipio para acogerse a este plan con la idea de llegar al entorno de las 400 viviendas, lo que supondría un impacto económico de unos 4 millones de euros. El proceso podría servir de forma paralela para chequear la necesidad de realizar la inspección técnica de edificios en determinadas zonas.
De los 4.726 inmuebles con más de 40 años ninguno ha pasado la inspección técnica de edificios, un trámite que debería estar tutelado por el Ayuntamiento, que ahora podría aprovechar el ARU para resolver esta cuestión pendiente.
Así lo explicó este viernes la alcaldesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo. "Creemos que este ARU se puede extender también a otras zonas", señaló la regidora antes de subrayar que el 80% de las obras se sustanciarán en mejoras en el interior de los edificios, singularmente volcadas en cuestiones de eficiencia energética. El plan privilegia a los inmuebles habitados por población mayor o en riesgo de exclusión social, añadió Fernández Merayo.
Serán los "criterios técnicos" los que determinarán qué otras zonas de Ponferrada podrán acogerse a una intervención pensada inicialmente para el barrio de Compostilla. Y aunque la aplicación del ARU está basada en una subvención europea "que antes se enfocaba más a viales y ahora se centra más en la edificación", la regidora garantizó que las calles del barrio de Compostilla "se arreglarán igual". La Consejería de Fomento y Medio Ambiente anunció la pasada semana que aplicará, de forma experimental, los objetivos de la recién aprobada Estrategia de Regeneración Urbana de Castilla y León con dos planes piloto este mismo año en Ponferrada y San Andrés del Rabanedo.