Acercamientos del profesor de este tipo motivaron su ausencia continuada a las clases que impartía él. Tras esta primera insinuación, la denunciante procuró siempre acudir acompañada a las tutorías que tenía con él, aunque, según ella, siempre encontraba métodos para hablar a solas. "Una vez me preguntó si mi amiga se iba a ir, y cuando le dije que no me propuso que nos viéramos por la noche".
Un día, decidió grabar una de las tutorías para tener pruebas. En la grabación, se escucha al profesor preguntándole "¿qué nota quieres?", aunque no hay insinuaciones de ningún tipo. La defensa, así como el acusado, han justificado esto por la "conflictividad" de la alumna, para no tener que seguir siendo su profesor.
La denunciante ha explicado además que a sus oídos llegaron por aquellos días otros comportamientos improcedentes del profesor, como decirle a una alumna de Francia que "me gusta todo lo francés", o, a otra, que llevaba un colgante con un crucifijo, "me gusta el crucifijo pero más lo de debajo".
No fue hasta marzo de 2009, dos años después del primer incidente, cuando la alumna decidió poner en conocimiento de la universidad de estos hechos. Así, habló con el delegado de la escuela en la Universidad, que "me dijo que lo iba a investigar". La tardanza en informar de estos hechos y la ausencia de una denuncia las ha justificado con el argumento de que "tenía mucho miedo".
El abogado de la defensa al término de la primera jornada del juicio