Las pruebas confirman el hallazgo de los restos de Vicenta y su hijo en la fosa del cementerio de Villafranca

29 de Noviembre de 2015
Actualizado: 05 de Diciembre de 2015 a las 19:34
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20151127_89 Trabajos de exhumación / Fotos de Víctor Alón.

“Me siento feliz, como si estuviera flotando, muy contenta”, confiesa Milagros Camuñas, tras conocer que todas la evidencias apuntan a que los dos cuerpos hallados en la fosa abierta en el cementerio de Villafranca del Bierzo (León) pertenecen a su madre, Vicenta López, y a su hermano, Jesús Camuñas, ambos asesinados a tiros el 28 de octubre de 1948 por haber cobijado en su casa de Castiñeiras (Balboa) a varios guerrilleros antifranquistas que el día anterior habían sostenido un tiroteo con la Guardia Civil, en el que había perdido la vida un agente.

Tras localizar ayer los primeros restos, los trabajos arqueológicos de la mañana de este sábado confirmaban que pertenecía a una mujer y había un nuevo cuerpo, un hombre. El arqueólogo de la ARMH, René Pacheco, explicó que localizaron el brazo del primer cuerpo y que siguieron para intentar localizar el cráneo, que le permite determinar que se trata de una mujer. “Al dirigirnos hacia la zona del cráneo apareció una bala en el cuello, que coincidía con la información de la autopsia que se había practicado al cuerpo en 1948, que señalaba que tenía un disparo en el cuello”, apostilló.

Esa evidencia serviría para afirma que se trata de Vicenta López y continuar con la excavación para localizar, justo debajo de ella, tal como recogía el acta de enterramiento, los restos de un hombre. Los dos fueron enterrados boca arriba y en el mismo sentido y, destacó Pacheco, los restos están muy bien conservados y la fosa “está intacta”, a pesar de los panteones construidos alrededor y encima de ese enterramiento.

“Están los dos cuerpos, vamos a poder hacer los análisis que corresponden y ahora, saber ya que hay dos cuerpos, uno encima del otro, de una mujer y de un hombre. Está claro que hemos dado con la fosa”, explicó René Pacheco, que fue quien esta mañana anunció a Milagros, acompañada por su hija y su nieta, que habían encontrado también los restos de su hermano. “Soñaba con ver la cabeza de mi madre, estaba segura que la recordaría, con esos dientitos tan bonitos que tenía”, confiesa Milagros, que este sábado ponía fin a tantos años de búsqueda.

Ella asegura tener muchos recuerdos de su madre, a pesar de contar con sólo diez años cuando la vio por última vez. “Son cosas que tengo grabadas y mi madre era una mujer impresionante, sabía cocinar de maravilla y cuando los vecinos tenían que majar o segar siempre contaban con ella”, cuenta Milagros que, aunque ahora vive en Barcelona, está decidida a dar una sepultura digna a sus seres queridos en este mismo cementerio de Villafranca y tener siempre un motivo para volver a su tierra.

El origen de la historia

Según explica González, esta investigación "se ha iniciado de una manera casual, después de que la única hija viva de Vicenta, Milagros Camuñas, se pusiera en contacto con nosotros ante la necesidad personal de conocer dónde yacen los restos de su madre y de su hermano para que, de una vez por todas, puedan recibir sepultura". Camuñas, que reside actualmente en Barcelona, se ha trasladado a Villafranca para ver por sí misma los trabajos de exhumación.

Cuando Vicenta y Jesús fueron asesinados, Milagros apenas tenía diez años, por lo que el resto de sus allegados quisieron protegerla "negándole la posibilidad de saber dónde se habían llevado a sus familiares". El enfado y las ansias por encontrar respuestas se avivaron cuando descubrió un certificado de defunción de Vicenta en el que se apostillaba que había muerto por causas naturales.

El trágico suceso que dejó sin vida a madre e hijo tuvo lugar una noche de 1948, concretamente en el kilómetro 11 de la antigua carretera de Madrid a La Coruña, cuando ambos eran trasladados al calabozo de Villafranca por haber dado alojamiento en su casa de Castiñeiras (Balboa) a dos guerrilleros. Unas horas antes, un policía de Balboa, Sabas Andrés Pérez, había sido tiroteado en su casa tras confundir a una de las guerrilleras antifranquistas con una prima de la familia.

"A Vicenta López", según ha narrado Milagros a la ARMH, "no le quedó otro remedio que alojar a dos de los guerrilleros de la partida". Además, Vicenta y Jesús no fueron los únicos damnificados, pues otro hermano, Eduardo, fue torturado con 17 años antes de quedar libre y Aquilino, el mayor, pasó más de un año en prisión.

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ilagros Camuñas (C), hija de Vicenta López y hermana de Jesús Camuñas, asesinados en 1948, durante su visita a los trabajos en el cementerio de Villafranca ilagros Camuñas (C), hija de Vicenta López y hermana de Jesús Camuñas, asesinados en 1948, durante su visita a los trabajos en el cementerio de Villafranca

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