Las actuaciones van encaminadas a mejorar la capacidad de desagüe del arroyo para evitar que se produzcan inundaciones y avenidas. Una brigada forestal, compuesta por 6 operarios especialistas, que utilizan medios mecánicos y manuales, trabajará durante dos semanas en 800 metros de río.
Los trabajos consisten en la realización de tratamientos silvícolas, mediante desbroces puntuales para eliminar el exceso de matorral y la maleza acumulada en algunas zonas que dificulta el flujo de las aguas. Por otra parte, se procederá a la retirada de los pies de árboles caídos sobre el arroyo para evitar tapones en infraestructuras, que podrían provocar inundaciones o avenidas. Se retirarán, además, todos los tocones y raíces que han sido arrastrados por el cauce.
También se ejecutarán tareas de restauración y rehabilitación de las márgenes erosionadas mediante técnicas de bioingeniería y se reconstruirán las escolleras más afectadas, todo ello de cara a evitar futuras avenidas. Por su parte, los restos de vegetación finos retirados serán triturados “in situ” y los gruesos se ofrecerán a los vecinos para uso doméstico o serán transportados a un vertedero autorizado.