La economía berciana teme el brexit sobre las exportaciones de sectores estratégicos como el vino y la pizarra

Dos de los productos que sustentan el PIB de la Comarca, la pizarra y el vino, miran temor los posibles efectos de la salida de Reino Unido del marco económico de la Unión Europea. Para la pizarra es el segundo mercado, y para el vino D.O Bierzo, el cuarto destino de las botellas.

25 de Junio de 2016
Actualizado: 30 de Junio de 2016 a las 16:24
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Dos de los productos que sustentan el PIB de la Comarca berciana, la pizarra y el vino, miran con recelo y temor los posibles efectos de la salida de Reino Unido del marco económico de la Unión Europea. Para la pizarra es el segundo mercado, y para el vino D.O Bierzo, el cuarto destino de las botellas.

Los aranceles al tránsito de productos y mercancías al salir del marco de libre comercio de la Unión Europea, y sobre todo la depreciación ya evidente de la libra esterlina, que encarecerá estos productos para los consumidores británicos, se contempla con preocupación desde diversos sectores económicos del Bierzo, que pueden sufrir una caída de las ventas en estos países.

De hecho, el mercado británico es el segundo destino -tras Francia- de la pizarra extraída de las canteras del Bierzo y La Cabrera. De hecho, datos de la patronal APICALE del sector, apuntan que en el primer trimestre de este año 2016 la facturación por ventas a Reino Unido ha sido de unos 18 millones de euros.

Y las viñas de Bierzo también se ven agitadas por los vientos de cambio provenientes del norte. Y es que Reino Unido es el cuarto mercado internacional de los vinos de la DO Bierzo, tras Alemania, Estados Unidos y Canadá, y suponen el 7% del total de las exportaciones, que corresponde a más de 100.000 botellas.

La patronal de Castilla y León, CECALE, ya advirtió a las pocas horas de conocerse el resultado del referendum que tendría "serias consecuencias" para las empresas de la Comunidad.

Los empresarios de Castilla y León creen, además, que los movimientos comerciales y migratorios, el turismo o las inversiones que mantienen entre ambos países, se verían “notablemente afectados”. Todo ello, iría acompañado de “un sinfín de cambios regulatorios, así como de renegociaciones de los acuerdos ahora vigentes, a todos los niveles del orden económico y social, con los importantes costes que todo ello conlleva, y con la inseguridad e inestabilidad que genera”.