La compañía había presentado el pasado mes de febrero ante el Juzgado de lo Mercantil de León el inicio de negociaciones para refinanciar los compromisos adquiridos con los acreedores a corto plazo que excluyera la insolvencia y la solicitud de declaración del concurso. No obstante, argumentan, las causas que originaron el estado de insolvencia no sólo no han desaparecido sino que continúan agravando el deterioro de la situación económica y financiera de la sociedad, que no puede alcanzar, dentro de los plazos previstos, un acuerdo con sus acreedores.
La crítica situación del sector minero, la falta de contratos para vender el mineral y la ausencia de garantía del consumo del carbón nacional y el retraso en el pago de las ayudas ha propiciado, entre otras causas, esta situación límite de una empresa que cuenta con unos 800 trabajadores entre la matriz y las auxiliares y de la que dependen muchos más empleos.