La memoria del 'Camino negro', relato de la lucha en la cuenca minera del Sil

La escritora de origen extremeño, María Luisa Picado, presenta un nuevo libro en el que relata a través de la recopilación de vivencias y recuerdos la lucha minera en la cuenca del Sil

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Fundador, CEO de InfoBierzo e InfoLeon
25 de Octubre de 2014
Actualizado: 31 de Octubre de 2014 a las 15:08
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“Entre realidad y fantasía nació este libro, sin ninguna pretensión, solo relatar una forma de vida, la vida de las zonas mineras del Bierzo”, explica la escritora de origen extremeño, María Luisa Picado, sobre 'Camino negro', una nueva publicación en la que recurre a las vivencias, emociones y recuerdos de su propia juventud en Matarrosa del Sil (Toreno), así como a las experiencias de otros tantos habitantes de este pueblo de la cuenca del Sil.

El relato de ficción a través de una serie de personajes sirve a la escritora para contar la historia de este pueblo y hacer al mismo tiempo una radiografía a la lucha y las reivindicaciones mineras que han marcado a la comarca berciana desde el siglo pasado. Una historia que se desarrolla en dos tiempos. Un primero ambientado en la década de los 60, marcado por las huelgas y la represión de la dictadura, mientras que el segundo ya refleja la situación de decadencia del sector, centrado en las movilizaciones de 2012 y 2013.
“El carbón que silenciosamente se metía en las entrañas de los habitantes de la zona: Matarrosa del Sil, Toreno, Villamartín, Santa Leocadia, Peñadrada, Langre, Librán, San Pedro Mallo, Santa Cruz, Torenillo, Tombrio de Arriba y de Abajo, Fabero y tantos pueblines. El río Sil bañando el valle y Ponferrada como referencia”, señala Picado en sus notas, para reconocer que “todas” las historias que forman parte de 'Camino negro' “son ciertas, pero algunas desplazadas de tiempo y lugar”.

La escritora, ahora afincada en Cataluña, llegó a Matarrosa del Sil siendo niña junto a su familia, una tantas que emigraron desde Extremadura -y de tantos otros lugares de España y del extranjero, principalmente Portugal, Cabo Verde y Pakistán- para buscar un futuro en las minas bercianas. Precisamente el primer capítulo cuenta la historia de Bárbara y su reencuentro con una amiga, Ofelia, con la que había perdido el contacto después de las huelgas de la minería de finales de los 60.
“En Matarrosa del Sil fueron meses de lucha, en toda la cuenca minera y Gaiztarro le mantuvo el pulso a los mineros, fueron despedidos algunos obreros y su marido fue uno de los que perdieron su empleo. Al quedarse sin trabajo decidieron inmigrar y poco tiempo después, el famoso tren Estrella de Galicia, a su paso por Ponferrada, los transportó a su nuevo destino, Barcelona”, relata.

Primeros recuerdos

Un reencuentro que también sirve para recordar su llegada a este pueblo de Toreno con sus padres y sus hermanos pequeños y su primera casa “en aquel lugar oscuro y lluvioso”, en un lugar conocido como 'Los barracones', al lado de las 'Casas Nuevas', donde se fueron acondicionando viviendas para alquilar a las numerosas familias de inmigrantes.

También están ahí los recuerdos del “peculiar y característico” olor del carbón al arder, en la estufa de hierro de casa y también en la calle. Un recuerdo que comparten los habitantes de toda la cuenca del Sil porque era el olor que dejaba el paso de los trenes carboneros, como el de la MSP, y el que desprendía la escombrera de Alinos “en su arder lento y que expandía un sutil humo, no se percibía pero se delataba por su olor.

“Era el olor de la zona, de las minas, del carbón antracita, de piedra fuerte y poderosa”, escribe Picado, que a continuación relata como su protagonista vivió las huelgas de 1968 en las minas de Antracitas de Gaiztarro -que en 1991 fueron vendidas a Victorino Alonso-, la tensión de los mineros, concentrados en los bares a la espera de noticias, la llegada de los guardia civiles en el 'mixto' de La Minero -que llevaba pasajeros y el correo- y también episodios que ya recogen el papel “luchador” de las mujeres en estas movilizaciones.

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El éxodo

Bárbara volvió a ver a Ofelia, que llegó acompañada de otros dos amigos, Luis y Camino. “Hacía más de 25 años que habían salido del Matarrosa del Sil y cada uno había seguido su destino”, cuenta María Luisa del Picado, que utiliza esa cita en Barcelona para repasar ese tiempo compartido con ese pueblo berciano y las minas como conexión, sirviendo también para mostrar las costumbres y el modo de vida en estos pueblos mineros.

Una historia desgranada en más de 200 páginas y 17 capítulos, que finaliza con el “éxodo” que tuvieron que emprender muchos mineros que perdieron sus trabajos en las huelgas de 62, del 68 y del 71 y el reconocimiento de “su lucha por los puestos de trabajo, su sacrificio junto a sus compañeros de huelga, el encierro en la mina, la lucha y el apoyo de todo el pueblo, la solidaridad de toda la zona”. “Atrás quedaban once años intensos llenos de vivencias. Atrás quedaba un pueblo minero en su lucha interminable”, escribe María Luisa Picado.

Precisamente, ese reencuentro tiene como fondo la situación más actual del sector del carbón, cuando “peligran más que nunca los puestos de trabajo”. Una mirada a un entramado empresarial del carbón, a los mineros que llevaban meses sin cobrar y la marcha hacia Madrid. Todo esto es 'Camino negro', que será presentado por María Luisa Picado el próximo 1 de noviembre, a las 18.00 horas, en la Casa de la Cultura de Matarrosa del Sil como “una historia llena de contrastes, las minas de carbón y la lucha titánica de los habitantes de los pueblos mineros, pos sus puestos de trabajo y su honor”.