Para Herrera, el hecho de que el PP gobierne tanto a nivel nacional como autonómico es un “privilegio” y, por este motivo, ha pedido especial “coordinación” dentro del partido para luchar por los intereses de los castellanos y leoneses. Uno de los puntos en los que incidió fue en el nuevo modelo de financiación autonómica, debate en el que espera que se defiendan las necesidades propias de la comunidad por tratarse de un territorio envejecido, despoblado y disperso. A este respecto, les explicó que no se trata de hacer “presión”, ni “lobbies”, sino de “trabajar juntos”, “representando los intereses de la tierra en el Senado”.
En materia de empleo, destacó que su intención es “impulsar” las necesidades que tiene la sanidad y la educación, y criticó las “nefastas” consecuencias de no poder cubrir al cien por cien la tasa de reposición. “La calidad del empleo público es fundamental y es aún una historia pendiente”, dijo ante los senadores.
Por lo que respecta a la energía, hay una necesidad de dibujar un mapa energético nacional “estable y solvente”. A su juicio, España no puede permitirse “el lujo” de que no contar con las centrales térmicas. En este sentido, recordó que hay que “dar respuesta al carbón” y ser capaces de dar actividades alternativas a quienes ya no podrán vivir de ella.
En lo que respecta a las infraestructuras, aseguró que “han sido unos años muy positivos” a pesar de que “todavía quedan hermanos pequeños” cuyas necesidades deben ser cubiertas. De este modo hizo referencia a obras “un poco abandonadas” como las líneas de alta velocidad ferroviaria que unirían Castilla y León con Galicia, Cantrabria, Asturias y País Vasco. Asimismo habló del “escándalo” que supone que no estén acabadas autovías como la del Duero y la conexión “pendiente” entre León y Valladolid.
También, apostó por revisar la PAC y participar en la negociación del futuro acuerdo. A su juicio, este debate es “fundamental” para “un Gobierno que sabe y siente los problemas de la agricultura”.