En opinión de la patronal autonómica, este proceso de salida sin precedentes, "está rodeado de un alto grado de incertidumbre que, sin duda, alentaría la depreciación de la libra y su repercusión en el euro".
Asimismo, la patronal indica, a través de un comunicado de prensa, que "lógicamente, pasaría también factura al PIB del Reino Unido y, al ser ésta el foco financiero mundial, sus efectos económicos adversos contagiarían a la economía global y, en especial, a las economías con las que mantiene estrechos lazos comerciales, como puede ser España".
Los empresarios de Castilla y León creen, además, que los movimientos comerciales y migratorios, el turismo o las inversiones que mantienen entre ambos países, se verían "notablemente afectados". Todo ello, iría acompañado de "un sinfín de cambios regulatorios, así como de renegociaciones de los acuerdos ahora vigentes, a todos los niveles del orden económico y social, con los importantes costes que todo ello conlleva, y con la inseguridad e inestabilidad que genera".
No obstante, los empresarios de Castilla y León, en la misma línea que CEOE, creen que lo importante en estos momentos sería abordar una "salida ordenada" del Reino Unido y construir, entre todos, una Europa "más fuerte y más competitiva". En definitiva, una Europa "reformada para tener mayor capacidad de reacción, aportar más valor añadido y ser percibida como la solución que es a los desafíos que afrontan nuestras empresas y la sociedad en su conjunto: seguridad, inmigración, cambio climático, bienestar social y desarrollo económico". "Todos ellos, con una dimensión internacional clave que es muy importante no obviar".