La próxima generación de jubilados cobrará un 7,5% menos de pensión

24 de Enero de 2017
Actualizado: 25 de Enero de 2017 a las 17:36
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Las personas que hoy ronden los 50 años de edad, tendrán una pensión que, de media, será un 5% inferior a las de aquellos que se están jubilando ahora. Y los que estén cerca de los 40 años, sufrirán una caída aún más fuerte en su paga mensual: del 10%. Por lo tanto, "la caída de la pensión media estará en el entorno del 7,5%".

Así lo expone la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que ayer publicó Medidas para restaurar (o no) la sostenibilidad financiera de las pensiones, estudio en el que pone de manifiesto, entre otras cosas, que la pérdida de poder adquisitivo de las futuras pensiones es inevitable.

Esta situación se producirá, tal y como explica el economista José Ignacio Conde-Ruiz, como consecuencia del factor de sostenibilidad que se introdujo con la reforma de 2013. Su entrada en vigor será en 2019, liga la pensión a la esperanza de vida y "tendrá un impacto sobre las nuevas pensiones reduciéndolas un 5% cada 10 años". La introducción de esta medida pretende hacer frente al sensible envejecimiento que sufrirá la población de España.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), "en las próximas cuatro décadas habrá 7,1 millones menos de personas entre 16 y 66 años de edad y al mismo tiempo 6,8 millones más de personas mayores de 67 años". Esto, señala Fedea, se producirá por la "mayor esperanza de vida"; el hecho de que España presente "una de las tasas de fecundidad más bajas de los países desarrollados con apenas 1,3 hijos"; y el "cierto retraso" que el país presenta en el proceso de envejecimiento respecto a otros países industrializados.

Pero aun con esta reducción en las pensiones, prosigue el documento, la viabilidad del sistema presenta muchas dudas. "Si se cumple el escenario demográfico del INE y conseguimos el pleno empleo, gracias a la reforma de 2011 [que modifica la edad de jubilación] y al factor de sostenibilidad, el gasto en pensiones en 2050 alcanzará aproximadamente el 17,4% del PIB", explica Conde-Ruiz, que añade: "Al mismo tiempo los ingresos, sin aumentos en las cotizaciones o las bases de cotización no cambiarán y seguirán en el entorno del 10% del PIB".

Por ello, el trabajo, como se indica en su título, plantea cuáles pueden ser las soluciones para la sostenibilidad de las pensiones. Así, lo primero que reconoce es que resulta "inevitable que la tasa de sustitución de las pensiones disminuya", esto es, que la pérdida de poder adquisitivo de los futuros jubilados será superior a la que registran los de la actualidad. Cuentas nocionalesPartiendo de este punto, Fedea reclama, como ya ha hecho en anteriores ocasiones, un sistema de cuentas nocionales.

"Estos sistemas registran todo lo que el trabajador cotiza y la pensión de jubilación se calcula en función de lo aportado. Tienen en cuenta la esperanza de vida y variables económicas como la ratio entre cotizantes y jubilados o el crecimiento del PIB", explican desde la Fundación. Es un sistema similar al de Suecia o Italia y permite "que si un trabajador quiere cotizar más en su cuenta nocional puede alargar su etapa laboral, y así aumentar su pensión y evitar la caída en su tasa de sustitución". Con esta propuesta, Fedea incide en una idea que está patente en todo el documento: el de trabajar hasta más tarde. De hecho, al inicio del mismo señala que "en 1919, cuando se establecieron los 65 años como edad de jubilación, tan sólo el 33% de cada generación alcanzaba esa edad". Hoy, "la edad que únicamente alcanza el 33% de cada generación se sitúa ahora en los 89 años. Es decir, los 65 años de principios del siglo XX se corresponden ahora con los 89 años".