La receta electrónica en farmacias se implantará en El Bierzo desde noviembre

La puerta de entrada será el centro de salud de Villafranca. La Junta espera culminar el proceso de implantación en Ponferrada a finales de diciembre o enero de 2016.

22 de Septiembre de 2015
Actualizado: 25 de Septiembre de 2015 a las 09:50
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Los problemas técnicos en el sistema informático de Sacyl demoraron más de medio año la puesta en marcha de un sistema que evitará a los pacientes crónicos acudir periódicamente al médico para la dispensación de la medicación.

El sistema autonómico de Salud (SACYL) implantará de forma progresiva el sistema, y el turno para El Bierzo llega en noviembre, a un ritmo de 10 farmacias semanales. Las primeras en Villafranca, para seguir estableciendo esta receta electrónica en Fabero, Cacabelos, Puente y Villablino antes de terminar el año. La dispensación en Ponferrada -como en el caso de León- se realizará en el último tramo, a comienzos de año como fecha más probable, aunque podría realizarse incluso antes.

Castilla y León es la única Comunidad que no ha implantado aún la receta electrónica. Las farmacias de León ya tienen actualizados sus equipos informáticos, lo que ha supuesto una inversión media de cada farmacéutico, según la zona de ubicación, entre los 700 y los 3.000 euros

El nuevo sistema prevé reducir un 20% las consultas, al permitir hasta un año de prescripción en pacientes crónicos, y ahorrar en papel hasta 700.000 euros anuales al sistema de salud de Castilla y León (SACYL)

Ventajas para todos

A priori, los mayores beneficiarios de la receta electrónica serán los pacientes crónicos, ya que aporta mayor seguridad entre los casos de polimedicados, y permitirá prescribir tratamientos por un período de hasta un año. Esto reducirá el número de visitas al médico para recetas. De hecho, de las experiencias de otras autonomías se deprende que la receta reduce hasta un 20 por ciento las consultas sólo para prescripción.

En consecuencia, los profesionales podrán aumentar los tiempos de consultas y conocer mejor el historial farmacológico de los usuarios al estar todo el proceso informatizado. Podrán saber si cumplen con la posología, teniendo en cuenta que un 44 por ciento de los pacientes crónicos incumple el tratamiento, ya sea por olvido o por falta de síntomas, con lo que ello supone en costes para el sistema.