Las empresas pizarreras de la provincia, afincadas principalmente en la comarcas de El Bierzo y La Cabrera, exportaron un total de 319.383 toneladas en los ocho primeros meses de este año (de enero a agosto), lo que supone un 9% más que en el mismo periodo de 2013, según se desprende de los datos facilitados por el presidente de la Asociación de Pizarristas de Castilla y León (Apical), Eliseo López.
Sin embargo, los datos se acogen con moderado optimismo dentro del sector porque la facturación no crece al no producirse un incremento en los precios. “Se congelan los precios a pesar de que aumentan los costes, al incrementarse el precio de los carburantes y los suministros”, lamentó López, quien puntualizó que el precio tonelada se sitúa en los 538 euros de media, una cifra que se mantiene en términos similares a los del 2013, por lo que “no se ha podido reflejar los incrementos de costes en el precio”.
A ello se une la suspensión de la autopista del mar entre Gijón y Saint Nazaire, que ha dejado a la pizarra sin salida a Europa, obligando al sector a realizar el transporte por carretera, lo que conlleva un incremento en los costes y en los plazos de entrega. “Sin la posibilidad de la autopista del mar se encarece el transporte para nuestra mercancía, además de incrementarse el tiempo de entrega”, apostilló el presidente de Apical.
La mayor parte de la producción de la pizarra va al exterior. Francia y Reino Unido son los principales destinos. Francia adquirió, en lo que va de año, un total de 135.588 toneladas, lo que supuso un incremento del 13% con respecto al ejercicio pasado. Reino Unido experimentó un crecimiento mayor, que se elevó hasta el 16% con respecto al 2013, llegando a alcanzar un total de 87.767 toneladas. Bélgica e Irlanda, por su parte, registraron un incremento de un 9 y un 3% respectivamente en lo que llevamos de año.
Por el contrario, llama la atención la caída registrada por Alemania, país que tan sólo compró este año 54.673 toneladas de pizarra, lo que supone un descenso de un 6% con respecto al ejercicio pasado.
Asimismo, poco a poco el sector va abriendo camino en nuevos mercados como Estados Unidos. Un país que no ofrece cifras importantes, ya que las ventas se situaron en las 3.922 toneladas, pero que registró un importante aumento respecto al 2013, al incrementar las compras de pizarra en un 12% con respecto al año pasado.
López reconoce que generar nuevas cuotas de mercado introduciendo un producto de gran calidad como es la pizarra en nuevos mercados es una “labor lenta”, ya que la utilización de este tipo de material en la construcción está ligada a las costumbres arquitectónicas de cada zona. “Cuesta mucho abrirse a nuevos mercados por las costumbres tradicionales constructivas de cada zona”, matizó.
Asimismo reconoce que las ventas en el mercado nacional “siguen bastante congeladas”. Pese a todo, se muestra optimista porque parece que se empieza a ver algún signo de que la cosa puede empezar a mejorar, pero, matiza, que la recuperación será “lenta”.
De hecho habla ya de una cierta recuperación en el empleo, con la reducción de los ERES y un ligero incremento en la contratación de personal, que está permitiendo que las plantillas estén aumentando entre un 1 y un 5%.