Reportaje fotográfico VÍCTOR ALÓN / Interior de la iglesiaJoyas como el interior de la iglesia barroca, el magnífico retablo mayor, y el espectacular coro con el órgano tubular se mostraron por primera vez para la vista, hasta ahora cautiva de las monjas de clausura, que observaban con interés, desde el otro lado, cómo recorrían su joya milenaria los primeros visitantes.
A mediados del s.X, allá por el año 969, se fundaba el Monasterio de San Miguel de Almázcara, a orillas del río Boeza, de la mano del Conde de Luna Don Gonzalo de Vermúdez, favorito de Vermudo III. En todo caso, una conspiración del propio conde contra el Rey, provoca su enemistad y la confiscación de todos sus bienes, icluido dicho cenobio. Ello llevó a la ruína del monasterio, y sus moradores se trasladaron a otro vecino que engulló el Boeza... unas cuantos avatares del destino hasta que la reina Doña Sancha, hermana del Alfonso VII, restaura este primer monasterio y vive su primera época de esplendor; incluso Fernando III otorgaron el primer privilegio a los vasallos, casarios y solariegos del monasterio, eximiéndolos de pecho y tributos reales.
Regido por la orden benedictina hasta bien entrado el siglo XIII, pasa a formar parte de la orden del Císter, adquiriendo el nombre de San Miguel de las Dueñas...
Es la história de su génesis, que es a su vez la génesis del Bierzo moderno desde su vida monástica, sumado a otros como el de Carucedo o San Pedro de Montes. En torno a ellos nacieron pueblos y villas, y desde ellos se regentaba la marcha social y económica de la Comarca.
Un peso de mil años recogido en piedra que sólo podía ser admirado desde fuera, y que ahora se abre al público en general.
Gracias a la empresa local Dinamia, que organizará paseos guiados -inicialmente bajo demanda, aunque no descartan establecer más adelante horarios fijos de visitas-, por el interior de las zonas que han logrado "en un primer paso, abrir para que todos podamos admirar estas joyas", según explicaba junto al primer grupo de cincuenta 'testigos' el gerente de la empresa turística, Miguel Fernández. No ha sido fácil convencer a sus moradores religiosos, e incluso en esta primera visita a las zonas permitidas las monjas de clausura también tenían curiosidad por conocer qué impresión se llevaban los visitantes al admirar joyas como el coro.
No es posible "todavía" contemplar y pasear por el claustro reglar, pero sí se piede admirar el interior de la iglesia barroca del siglo XVII, el retablo mayor, el coro, el retablo relicario con sus esculturas con la Virgen Magestad -románica arcaica con influencias bizantinas-, el Santo Ecce Homo del Renacimiento que se atribuye a un discípulo de Miguel Ángel Buhonarotti, la talla barroca de San Guillermo, de la escuela de Gregorio Fernández, el órgano tubular y una multitud de pinturas con motivos religiosos que han estado cautivas a la miradas más allá de las monjas, que esta tarde también han sido curiosas en la visita.
Para organizar visitas en:y mail dinamiacultura@gmail.com
Miguel Fernández, gerente de la empresa Dinamia que organiza las visitas guiadas
