Según los datos proporcionados este lunes por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS), el pantano de Bárcena se encuentra al 28% de su capacidad total, es decir 96’87 hm3 de los 340’91 hm3 que marcarían máximas reservas. Uno de los niveles más bajos de los últimos años durante, incluso para tratarse de finales de verano.
De hecho, en septiembre del año pasado, la reserva se encontraba al 62’52%, un 40% más que la embalsada actualmente. Si lo comparamos con el pasado mes, la reserva entonces era del 44%, un 16% han caído por tanto las reservas en un mes por el vaciado.
Y es que la razón por la que se registran unos niveles tan bajos no es otra que las obras de urgencia que se están acometiendo para sustituir la compuerta del pantano. Unas obras que arrancaron en junio y que ejecuta la empresa Copasa con un presupuesto de 3,7 millones de euros. Los trabajos aún se prolongarían hasta la próxima primavera. Una situación que desde Confederación afirman que no provocará problemas, ni en invierno si se tiene que mantener tal rebaja de capacidad "con sueltas coordinadas" ni en caso inverso por posible falta de suministro ya en primavera.
En todo caso "los niveles mínimos siempre se mantienen por encima de la curva de explotación, es decir, sobre los mínimos para evitar problemas de suministro", explican desde el organismo.
Se trata, por tanto, de una ocasión única para ver el puente antiguo de Bárcena por el que transcurría la carretera de Carlos III y que iba hacia Galicia. Desapareció bajo las aguas en 1960 tras anegar los pueblos de Posada del Río y Bárcena del Río para la construcción del actual pantano. También estos días se pueden observar antiguos restos de edificaciones.
