Los ángeles de la guarda del Camino

Los voluntarios de Protección Civil asisten e informan cada día a decenas de peregrinos con el único objetivo de ayudarles en todo lo que sea necesario. Los conocemos, y algunas de sus historias.

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Fundador, CEO de InfoBierzo e InfoLeon
30 de Agosto de 2014
Actualizado: 01 de Noviembre de 2014 a las 04:21
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Desde hace cuatro años, los peregrinos que realizan el Camino de Santiago en Castilla y León tienen a sus particulares ángeles de la guarda, son los voluntarios de Protección Civil que cada día recorren la ruta Jacobea para asistirles y ayudarles en todo lo que sea necesario. Desde atenderles en caso de esguinces, cortes o contusiones a participar en la búsqueda de algunos caminantes que se pierden en el recorrido, pasando por simplemente suministrarles agua o facilitarles cualquier tipo de información.

Un proceso que comienza en el Centro de Emergencias Castilla y León 112, donde entran las llamadas de todos los peregrinos que tienen algún tipo de emergencia. Según informan, desde allí se les atiende en el idioma que sea más sencillo para ellos: español, inglés, francés, portugués o alemán. De forma inmediata, el operador el 112 informa inmediatamente al Centro Coordinador de Emergencias de Castilla y León (CEE) para que movilice el dispositivo que sea necesario.

Desde el Centro Coordinador se organizan a las distintas agrupaciones que prestan asistencia en el Camino: Burgos, Hospital de Órbigo, León, Sahagún, San Andrés del Rabanedo, Valverde de la Virgen, Villadangos del Páramo, Villafranca del Bierzo y, la de más reciente creación, del Consejo Comarcal del Bierzo. Así, desde Valladolid se encargan de la comunicación de todas las incidencias a estos grupos, siempre localizables y siempre disponibles.

“La labor de estos voluntarios permite que, para incidentes de poca trascendencia, se evite la movilización de otros recursos, pues el conocimiento que sobre la zona tienen estas agrupaciones permite una rápida localización y traslado”, destacan desde Protección Civil. Y es que, en la mayor parte de los casos, se trata de atenciones sanitarias de escasa gravedad, como pueden ser esguinces, cortes o contusiones, junto con búsquedas de peregrinos que se extravían en distintos puntos del recorrido del camino de Santiago, como ya ha ocurrido este año en dos ocasiones en el tramo del camino entre El Acebo y Molinaseca (León), primero una mujer belga que se desorientó de noche y después un navarro que perdió la senda y no sabía regresar a la ruta.

Además, los voluntarios de Protección Civil también programan tareas de vigilancia en el trazado del Camino de forma preventiva. A estas labores se une también otro función muy reconocida y valorada por los peregrinos, como es informar y orientar a todas las personas que diariamente hacen el Camino, dando indicaciones sobre medidas de prevención, previsión de tiempos, rutas, meteorología y las posibilidades de albergue. Una iniciativa, un dispositivo de seguridad ciudadana que echó a andar en 2010, coincidiendo con la celebración del Año Jacobeo.

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Día a día en el Camino

Una de esas agrupaciones de voluntarios es la del Consejo Comarcal, que se constituyó el año pasado y que el pasado mes de mayo se incorporó a la asistencia al peregrino. Con una veintena de “voluntarios activos”, sobre una decena de ellos son los que rotan diariamente en este dispositivo, según informa el responsable de la agrupación, José Andrés Rodríguez, que destaca que “es una labor muy bonita y muy buena.

“La gente agradece mucho sentir que en el Camino hay alguien al que pueden recurrir si tienen algún problema”, añade Rodríguez, que recalca como la Junta y la Agencia de Protección Civil se han volcado con las necesidades de los miles de peregrinos que cada día atraviesan Castilla y León en su recorrido hacia Santiago de Compostela. “El Centro de Coordinación contacta conmigo por teléfono y de manera inmediata yo veo la disponibilidad de cada uno de los voluntarios y formo un equipo”, explica el responsable.

Pero no solamente actúan en caso de una emergencia, prácticamente todos los días recorren el Camino entre la Cruz de Ferro y Pieros, localidad a partir de la cual ya presta asistencia la agrupación de Villafranca del Bierzo. “Lo hacemos siempre que podemos, intentamos que sea todos los días o que, al menos, no pase más de un día sin cubrirlo”, cuenta uno de los voluntarios, Antonio Zamora, que es “un fijo” porque tiene más disponibilidad y porque, confiesa, conoce mucho el Camino. No en vano ha hecho la ruta más de cinco veces, la primera vez en 1971, sin albergues y llevando encima una tienda de campaña que más de siete kilos de peso.

Ese recorrido de reconocimiento suelen realizarlo por la mañana, normalmente son tres o cuatro, que salen sobre las 10.00 horas de la sede del Consejo Comarcal de Ponferrada y suben con su vehículo hasta la Cruz de Ferro. “Allí paramos y cogemos agua en una fuente que hay, tenemos una nevera, por si algún peregrino no se encuentra bien o necesita hidratarse”, cuenta Zamora, e inician la ruta, normalmente en coche, aunque en ocasiones también realizan tramos a pie y, desde hace unas semanas, disponen también de tres biciclestas de montaña facilitadas por Protección Civil.

En esta ocasión, Zamora está acompañado por Luis Osorio, José Carlos Álvarez y José Manuel Fernández. Son los ángeles de la guarda ese día y cuando se cruzan con algún grupo de peregrinos paran, saludan y ofrecen su ayuda. “Siempre que vemos a alguien sentado, preguntamos por si ha tenido alguna lesión o se ha quedado sin agua, aunque la mayor parte de las veces solo están descansando”, añade el voluntario, que afirma orgulloso que “ayudamos en lo que podemos y en la medida de nuestras posibilidades”.

En su recorrido realizan varias paradas, informando a algunos peregrinos sobre cuanto le queda para llegar al siguiente albergue o simplemente para preguntar como ha ido el recorrido, que tal está la senda o si está bien señalizado. Incluso, en el puente del peregrino de Molinaseca se ofrecieron a un grupo de italianas que tenían un problema con su bicicleta para trasladarlas a un taller a Ponferrada, como ya han hecho en ocasiones anteriores, pero decidieron continuar el Camino y recorrer esos cinco kilómetros que les quedaban hasta la capital berciana.

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Muchas experiencias

El trabajo en el Camino de Santiago está lleno de experiencias. En eso coinciden todos los voluntarios. Zamora recuerda en estos meses su participación en la búsqueda de la peregrina belga que se perdió este año cerca de Riego de Ambrós, las veces que ha tenido que trasladar a caminantes hasta el Hospital de la Reina -en su fundación fue pensado para asistir al peregrino y lo sigue haciendo de manera gratuita- o incluso al que solo dejó que le acercara hasta el médico en Molinaseca. “Algunos no quieren apartarse del Camino, como que sienten que no cumplen si se saltan unos kilómetros”, reflexiona.

Ellos ofrecen un trato cercano en lo que consideran es una senda de encuentro para personas muy diferentes y dispares, donde cada día te cruzas con personas especiales, desde la japonesa que iba con una bolsa y recogiendo todas las botellas y basura que encontraba en el Camino al violista que tocaba y colocaba su “cestillo” en mitad del tramo, cerca de Manajarín, o el matrimonio que realizaba el recorrido con un perro que llevaba su propias alforjas. Unas vivencias que, dicen, compensan todo el esfuerzo que altruistamente realizan cada día.

Un trabajo en el que también hacen una “revisión” del Camino, detectando la modificación de su trazado “al antojo” de algunos hosteleros o la necesidad de la limpieza de algunas sendas. “La bajada desde la Cruz de Ferro es complicada, hay mucha piedra suelta que maltrata los tobillos de los peregrinos y en muchas zonas está cerrada de vegetación, que lleva a muchos a ir por la carretera y otros a desviarse y por eso hay gente que se ha perdido en este tramo”, valoran estos voluntarios, que reclaman “más mimo” para la Ruta Jacobea.

Como ellos, hay cientos de voluntarios en Castilla y León que, desde el 2012, han realizado un total 45.245 intervenciones e informaciones -16.049 en 2012, 12.371 en 2013 y 16.825 en lo que va de año 2014-. La agrupación del Consejo Comarcal, la mas joven, ha realizado ya 15 intervenciones y 109 informaciones en sus primeros meses de servicio. Así, este año suman ya un total de 1.733 intervenciones -a las que hay que sumar 15.092 informaciones- con la actuación de los miembros de Burgos (29), Hospital de Órbigo (17), León (2), Sahagún (1.055), Valverde de la Virgen (77), Villadangos del Páramo (24), Villafranca del Bierzo (514) y Consejo Comarcal del Bierzo (15).

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