Los 41 radares fijos que la Dirección General de Tráfico (DGT) tenía activos en las carreteras de Castilla y León el pasado año formularon el 13,4 por ciento de los más de 1,7 millones multas que pusieron los 334 dispositivos repartidos por toda la red nacional por traspasar el límite de velocidad, según revela un estudio realizado por la organización de defensa de los conductores Automovilistas Europeos Asociados (AEA).
En la provincia de León, el radar más activo se encuentra en instalado en la A-66 (kilómetro 57,2), concretamente a su paso por Valverde de la Virgen. El pasado año contabilizó 8.266 multas.
En 2016 los 344 radares fijos de la DGT en todas las Comunidades, salvo País Vasco y Cataluña, han generado 1.712.512 denuncias por exceso de velocidad, con casi el 70 por ciento de las infracciones en autopistas y autovías.
Sin embargo, en las carreteras convencionales, que es en las que se produce la mayoría de los accidentes, sólo se han detectado el 27,8 por ciento de las infracciones (475.273 denuncias)
Los radares más activos han sido los de Navarra (con 11.424 denuncias por cada radar) y Andalucía (7.185 denuncias por cada aparato), y los menos productivos los de Asturias (920), La Rioja (1.624) y Canarias (1.731), según el informe de la AEA.
Entre los radares con más denuncias en 2016 figura en séptimo lugar de España, con 28.127, el que hay situado en la N-VI en Segovia, y en noveno el situado en la A-1, en el kilómetro 234,4, en Burgos, con 25.727, en un ránking que lideró, con 80.582 denuncias, el situado en el kilómetro 417,5 de la A-4, en Córdoba.