Los trabajadores que reabrieron Prefabricados Arias ya tienen pedidos en su primera semana

Ha sido un acierto de los ex empleados de la extinta Forjados Arias, que el pasado día 18 iniciaban su actividad en las antiguas instalaciones de la empresa ubicada en Toral de Merayo..

25 de Febrero de 2014
Actualizado: 09 de Marzo de 2015 a las 19:51
Guardar
20140225_097
20140225_097

Después de que el gerente de Forjados Arias, ubicada en Toral de Merayo, decidiera cesar su actividad, fueron los propios empleados los que apostaron por tomar el relevo en una nueva sociedad Prefabricados Arias S.L que reactivara la planta ubicada en Toral de Merayo.

Uno de los socios, Javier Fernández, ha manifestado a este diario su satisfacción tras la puesta en marcha de la nueva sociedad. Y es que, junto a su otro compañero, Valentín Martínez, ya se encuentran inmersos en varios pedidos como “un par de obras adjudicadas en La Baña, otra en Camponaraya y otra en Columbrianos. También tenemos un pedido de 6.000 bloques de hormigón para Villablino”.

Previsiones

Fernández asegura que son “buenas”, ya que “empezamos tres empleados y esperamos que deje de llover, lo que permitirá que en dos tres meses empecemos a hacer más trabajos”. Además, la empresa contribuye al desarrollo de la creación de empleo porque “el mes que viene empezará un estudiante del módulo de obra civil de la sindical, que podrá optar a conseguir un puesto de trabajo en la empresa”. En este sentido, “con miras a que esto mejore y poder emplear a mas operarios, según la carga de trabajo”.

Por otro lado, Fernández avanza que “vamos a volver a la venta de bloques de hormigón de varios tipos, ya que estaba un poco en el olvido, y los clientes casi no saben ni que los fabricamos”.

En esta época, Fernández afirma que “sobrevivir no es fácil y ahora toca coger obra, cobrar e ir aguantando. Trabajamos con precios muy ajustados, el mercado es pequeño y poco, y hay que trabajar mucho las cosas para conseguir poco”. No obstante, confían en que esto “algún día mejore, y esto sólo sea el recuerdo de una buena experiencia”.

Por su parte, Valentin Martinez afirma que “no podemos sentarnos en casa de brazos cruzados y mirar cómo llueve, hay que luchar y no tirar la toalla”.

Una de las ventajas con las que cuentan es que conservan los clientes de antes. “Vamos a ampliar la zona de actuación y la idea es recuperar muchos más, ya que últimamente las cosas no se estaban realizando demasiado bien, afirma uno de los socios”.

20140225_096