La procesión de la Soledad, la penúltima de las grandes procesiones de la Semana Santa de Ponferrada, recorrió este sábado las calles del casco antiguo de la ciudad para, cerca ya de la medianoche, entonar el canto de la Salve frente a la iglesia de San Andrés.
Con salida de la Basílica de la Encina, la Virgen de Nuestra Señora de la Soledad fue procesionada por la Hermandad de Jesús Nazareno ante la atenta mirada de cientos de personas por las calles Paraisín, Cruz de Miranda, Jardines, Plaza del Ayuntamiento, calle del Reloj y la Gil y Carrasco.
Fue en 2014 cuando esta imagen mariana fue coronada uniéndose, así, a ‘la Morenica’, que también cuenta con esta distinción en la Comarca por su trascendencia popular. Fue una decisión extraordinaria por parte de la Iglesia y un privilegio reservado para casos muy excepcionales dado el arraigo popular y de culto en la zona.
La de la Soledad se trata de la última de las tres procesiones de la Hermandad que rinde culto a esta virgen en la Semana Santa de Ponferrada. Las dos primeras fueron la del Encuentro, en la mañana del Viernes Santo; y la del Santo Entierro, en la tarde del Viernes Santo.
Destruida por los franceses
La talla primitiva fue destruida durante la francesada. Al finalizar la contienda se realizó otra de muy poco valor artístico, dando paso a la actual ‘Nuestra Señora de la Soledad’ de 1.854 y obra de Manuel Félix López. Destacan las lágrimas que surcan su rostro y el enorme manto bordado en oro. Dispone de tres juegos de manos: unas separadas para la procesión del Encuentro y otras dos entrelazadas para las procesiones del Entierro y de la Soledad.
FOTOS DE MARIO DE LA TORRE
