El objetivo que se persigue es doble: por un lado, la propia producción económica, que llega además en el preludio a la marca de calidad ‘Cereza del Bierzo’. Por otro, el Ayuntamiento ponferradino quiere que el valor paisajístico de estos árboles tiña las estampas primaverales de la capital del Bierzo para aumentar el potencial turístico de la ciudad. En concreto, la concejalía baraja las pedanías de Rimor, Campo o Los Barrios como los lugares más preparados para acoger la iniciativa.
El ejemplo de Corullón
En Corullón, el consistorio sacó adelante a finales del año pasado el proyecto Mil Cireixais, que consiste en poner a disposición de los vecinos del municipio mil cerezos de variedades ya existentes, como la Burlat o la Francesa, para dar un ciclo de recogida de casi dos meses.