Menos número de participantes -posiblemente, debido al mal tiempo-, pero la misma fuerza reivindicativa. La Asociación Estudiantil Berciana (AEB) y más de un centenar de alumnos de la Comarca han vuelto a salir a la calle este jueves para exigir al Gobierno la derogación de la Lomce y el 3+2. Se trata de la segunda huelga convocada a nivel nacional tras la del pasado 26 de octubre "debido a que seguimos sin respuestas por parte del Gobierno".
A pesar de que el Congreso diese el primer paso para tumbar la Lomce y de que el Gobierno prometiese dejar si efecto académico las reválidas "seguimos sin creernos ni una palabra de este Ejecutivo, porque los antecedentes nos dicen que las promesas se las lleva el aire". El presidente de la AEB, Daniel González, insiste en que "hasta que no veamos nada por escrito en el BOE no pararemos de luchar".
Para el colectivo estudiantil el PP "quiere formar a los jóvenes como máquinas de producir y consumir en vez de crear personas críticas y con ética". González también recuerda que la derogación del 3+2 "es imprescindible para una educación libre e igualitaria". "Hay que ser conscientes que muchos chicos no pueden hacer frente a las altas tasas de las carreras y al precio de un máster. ¿Por eso tienen que renunciar a realizar una formación universitaria?", cuestiona.
En esta ocasión, y a la espera de que el Ejecutivo responda a sus peticiones, la convocatoria de huelga también viene ligada a la propuesta de "que el Gobierno se reúna con la Comunidad Educativa (alumnos, profesores, padres...) para crear un nuevo sistema educativo "desde cero y muy diferente a lo que ha habido hasta ahora". "No estamos dispuestos a rendirnos y seguiremos luchando por nuestro futuro y nuestra educación", sentenció Daniel recitando algunos de los lemas que rezaban muchas de las pancartas que portaron los jóvenes desde la Plaza de Lazúrtegui hasta el Ayuntamiento.
Cabe recordar que se trata de la segunda propuesta en menos de un mes y la cuarta desde que Íñigo Méndez de Vigo accedió al cargo de Ministro en junio de 2015. La huelga, apoyada por Podemos, IU, UGT y CCOO, sigue la estela de la que se celebró en más de 50 ciudades españolas el 26 de octubre.
