Aunque no dio más detalles al respecto a la espera de la presentación oficial del proyecto, el consejero recordó que estas cámaras han tenido “un gran efecto” en la zona de Sanabria o en la provincia de Soria. Aunque el objetivo es vigilar e incluso esas imágenes podrían utilizarse en caso de necesidad en un proceso judicial o una investigación, Suárez-Quiñones estimó que también tendrán un efecto disuasorio entre los pirómanos.
Suárez-Quiñones no descartó la posibilidad de que las primeras cámaras puedan instalarse en esta misma campaña de incendios. “Lo veremos”, dijo escuetamente, aunque sí hizo un llamamiento para que “no estén tranquilos los incendiarios”, declaró, al tiempo que insistió en las actuaciones que se llevarán a cabo en los casos de los incendios provocados. “Actuaremos con todos los medios legalmente disponibles”, advirtió.
Hasta el momento, en este primer mes de la campaña de incendios, se ha producido “un abultado número de incendios pequeños”, algunos han llegado a alcanzar las 200 hectáreas, aunque no se consideran grandes fuegos, algo que se declara a partir de las 500 hectáreas. Lo que lamentó el consejero es que el 90 por ciento de ellos hayan sido imprudentes o intencionados.