¿Qué es la socialización? Es el tiempo que pasa entre que un cochorro empieza a percibir estímulos del exterior (visuales, táctiles, auditivos, olfativos…) y desarrolla la sensación de miedo en plenitud. En semanas, hablaríamos de que empezaría aproximadamente sobre las 3 semanas, ya que los cachorros nacen con los ojos y los oídos cerrados y no perciben estos estímulos, también se corresponde al momento en el que el cachorro empieza a explorar su entorno. Y acabaría sobre las 12 o 14 semanas (aparición del miedo).
El miedo y la socialización: son dos parámetros que son inseparables. Para su mayor entendimiento explicaremos las fases del miedo.
Cuando hay un estímulo que al perro le produce una reacción de miedo, lo primero que hace es intentar huir de ese estímulo. Si lo deja lejos, se solucionó el problema. ¿Pero qué pasa cuando el estímulo le persigue? El perro cambia de estrategia para intentar apartarse de eso que tanto miedo le produce. Si no puede huir, intentará pasar desapercibido. Intentará esconderse, hacerse el muerto… Si esto no funciona el perro tiene dos opciones, intentará defenderse, tiene que amedrentar al contrario y puede mostrar exceso de agresividad por ese miedo o por el contario intentará apaciguar, invitará a la paz.
Por ello una buena sociabilización implica poco o nulo miedo al entorno, mala sociabilización por el contrario implica mucho miedo al entorno.
¿Qué aprende el cachorro mientras sociabiliza?
Lo primero y más importante, a no tener miedo, a ser amigable con otros perros y personas.
Cuando los cachorros juegan entre ellos también aprenden a ser delicados a la hora de morder, denominado “boca blanda”. Todos los cachorros deben de jugar mordiendo, para así aprender a medir la intensidad de su mordida, para que de mayores sean fiables.
Tendrán que trabajar el autocontrol, ya que no siempre podrán conseguir todo lo que quieren.
¿Qué hacer cuando el perro se encuentra con otro perro en la calle?
Las recomendaciones de Beatriz Riveiro, educadora canina de Animalia Servet son:
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Nunca tires de la correa para apartar a tu perro del otro, salvo que veas que está en peligro. Cuando tiramos de la correa, ponemos en sobre aviso al perro, trasmitiéndole que va a suceder algo malo. Deja la correa sin tensión. Cuando tu perro esté muy acostumbrado a sus congéneres, los ignorará y no tendrás que pararte a cada paso.
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Nunca levantes a tu cachorro del suelo, si siente miedo, deja que él gestione solo ese sentimiento para que en un futuro no sea un problema.
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Mientras que se relacionan los perros, tú relaciónate con la otra persona, no toques a los perros, ni les hables, déjalos que interactúen solos.
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Si tu perro jugando chilla porque le muerden, tranquilidad, no le auxilies, sólo le está diciendo al otro perro que está jugando demasiado fuerte, no se van a hacer daño, sólo están aprendiendo cómo tienen que morderse.
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Los ladridos, los gruñidos, los golpes y los mordiscos están permitidos en el juego entre perros, no es agresividad, solo están jugando.
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Mientras que tu perro juega dale libertad, no estés encima de él, no lo llames, solo desgastas el comando de la llamada y no te hará caso, ya que jugar es más satisfactorio que ir donde su dueño.
Los pipicán
Es una mala opción llevar a un cachorro a un recinto de perros (pipican), no todos los perros que frecuentan estos lugares están educados, muchos de los propietarios aprovechan estos recintos para jugar a lanzar la pelota a sus perros y estos juegos denominados “explosivos” crean un ambiente tenso, donde los perros se suelen pelear por juguetes. Debes proteger a tu cachorro de estas situaciones, ya que un ataque podría marcar su futuro comportamiento.
Solo es necesario un ambiente controlado y un par de cachorros o perro adulto al que le agraden los cachorros para que sociabilicen.
Expón a tu perro gradualmente a todas las situaciones que van a ser cotidianas en su vida y a todo tipo de perros.
Una buena opción es acudir a clases de sociabilización de cachorros, como las que se imparten en Animalia Servet, donde todo está bajo control, aprenden obediencia adaptada a su edad, trabajan formas de juego tranquilas, se estimula la mente del perro a través de juegos interactivos, la propiocepción para hacer que el cachorro este más seguro de si mismo al ser consciente de todas las partes de su cuerpo y se explican temas de importancia para los dueños de cachorro como la ansiedad por separación, desensibilización a ruidos fuertes como la pirotecnia, control de evacuaciones, redireccionamiento de la mordida, paseos sin tirones, etc..