8M / El Ayuntamiento de Ponferrada se planta contra la violencia machista con motivo del Día Internacional de la Mujer

El Consejo Municipal de las Mujeres de Ponferrada se ha concentrado en las puertas de la Casa Consistorial en compañía del alcalde y otros miembros de la corporación municipal

08 de Marzo de 2021
Actualizado: 10 de Marzo de 2021 a las 12:57
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Fotos: César Sánchez / ICAL

 

La Plaza del Ayuntamiento de Ponferrada ha acogido en la mañana de este lunes un breve acto con motivo del 8M, Día Internacional de la Mujer. El Consejo Municipal de las Mujeres de Ponferrada se ha concentrado en las puertas de la Casa Consistorial en compañía del alcalde y otros miembros de la corporación municipal. Allí se procedió a la lectura de un manifiesto por parte de la vicepresidenta del Consejo Municipal de las Mujeres, Rosa Álvarez, con especial hincapié en la repercusión de la pandemia para agravar las desigualdades entre hombres y mujeres. (*Puedes leer el manifiesto completo al final de la noticia)

Desde la Concejalía de Bienestar Social, Infancia e Igualdad del Ayuntamiento, han querido con este acto institucional y simbólico, "recordar que todavía hoy las mujeres sufren desigualdad en todos los ámbitos de la vida, agravada por la situación mundial de pandemia que nos está tocando vivir".

Esta tímida concentración contrasta con las grandes manifestaciones que en años anteriores teñían las calles de la capital berciana con una marea morada y feminista, pero en esta ocasión la pandemia de COVID-19 ha obligado a reducir los actos a su mínima expresión, si bien no se ha perdido la esencia de esta fecha: reivindicar la igualdad de derechos para las mujeres, visibilizar su papel en la sociedad y combatir lacras como la violencia de género.















 

A continuación puedes leer el manifiesto completo al que se ha dado lectura en la Plaza del Ayuntamiento:

El día 8 de marzo se conmemora la marcha de centenares de trabajadoras por las calles de Nueva York, ciudad testigo de las huelgas de las mujeres de las fábricas, marcadas por la desesperación producida por el trato recibido en las mismas. Hoy, 164 años después, seguimos reclamando justicia para todas las mujeres, por las que lucharon antes y las que se quedaron en el camino, también en este aciago año de pandemia.


Hoy, 8 de marzo de 2021, Día de los derechos de las Mujeres, la lucha de las mujeres apela a la conciencia de toda la sociedad y el Consejo Municipal de las Mujeres de Ponferrada.


MANIFIESTA:


Desde la aparición del coronavirus, la pandemia nos está golpeando con extraordinaria dureza. En apenas dos meses de confinamiento, las llamadas al 016, teléfono de atención para la violencia machista, aumentaron un 60%; evidencia del terror de quienes se ven obligadas a encerrarse con sus maltratadores.


A la cifra de víctimas de violencia machista es necesario añadir factores que afectan de forma específica a las mujeres mayores, que estamos perdiendo nuestras redes de asistencia, no solo de familiares, por miedo al contagio, sino en centros de día, de salud, de mayores, sin poder compensar dicha pérdida con el uso de nuevas tecnologías, por la gran dificultad que nos supone al colectivo y que nos sume en una soledad no deseada.


La pandemia pone aún más en evidencia que las mujeres en situación de prostitución somos las esclavas del siglo XXI. Varias organizaciones feministas han detectado que, durante el confinamiento, el 80% de los pisos donde se nos explota han seguido en activo. Las medidas anunciadas por el Gobierno apenas fueron parches y no nos han llegado a las víctimas. Muchas de nosotras, en situación irregular, no conocemos nuestros derechos, ni tenemos acceso a la salud, ahora bajo mayor riesgo.


A medio y largo plazo la pandemia traerá un repunte de mujeres en situación de prostitución acuciadas por la falta de empleo.


La covid-19 ha agravado la sobrecarga de cuidados, fundamentalmente a las madres, en un país en el que la mitad de las familias monoparentales nos situamos bajo el umbral de la pobreza, y tenemos que elegir entre cuidar o trabajar, perdiendo el único ingreso familiar, nuestros derechos laborales y derechos a pensión.


La Violencia Machista, es sin duda la mayor lacra social que existe actualmente y también el extremo de las desigualdades entre los sexos.


Según datos oficiales en nuestro país, 1.077 mujeres hemos sido asesinadas a manos de nuestras parejas o exparejas desde 2003. Sin duda, la cifra del horror y la vergüenza que deja tras de sí 37 menores asesinados desde 2013 y 765 en orfandad por el asesinato de sus madres por violencia machista entre 2003 y 2019. Hoy, luchamos también por las más de 32.000 mujeres que vivimos hoy en España con protección policial, un 9% más que el año anterior, 2019. El Movimiento Feminista reivindica por los miles de mujeres que no constamos en las estadísticas y que también sufrimos terrorismo machista.


En septiembre conocimos las alarmantes cifras de la sexta macroencuesta de violencias contra la mujer en España. La propia delegada del Gobierno reconoce que sus datos son demoledores. Una de cada dos mujeres (57,3%) residentes en España de 16 o más años hemos sufrido algún tipo de violencia machista a lo largo de nuestra vida, una de cada cinco en los últimos doce meses.


Más de 2.800.000 mujeres de 16 o más años residentes en España hemos sufrido violencia sexual en algún momento de nuestra vida. Más de 453.000 hemos sido violadas alguna vez. El 36,5% de las mujeres no denunciamos por temor a no ser creídas. Este terrorismo machista tiene consecuencias graves sobre nuestra salud física y psicológica, cuando siete de cada diez víctimas requerimos atención psicológica y más del 20% tenemos una discapacidad a consecuencia de la violencia sufrida. Hartas de tanta injusticia:


• Exigimos que se acabe con todas las manifestaciones de violencia hacia las mujeres solo por el hecho de serlo.


• Exigimos acompañamiento y protección a las mujeres víctimas de violencia machista, formación para todos los agentes implicados, creación de juzgados especializados y unidades de valoración forense integrales. La dispensa de la obligación de declarar contra nuestro agresor es contraria a la lucha contra la violencia machista y deviene, en muchos casos, en impunidad. Si naturalizamos la violencia contra las mujeres perdemos la oportunidad de vivir en una sociedad más justa y más libre.


• Exigimos que se contabilicen todos los feminicidios en cumplimiento del Convenio de Estambul.


• Exigimos medidas para la independencia económica de las mujeres víctimas de violencias machistas; un acuerdo entre la administración pública, los agentes sociales y las empresas para garantizar nuestra seguridad sin que suframos menoscabo en nuestros derechos laborales, estableciendo la obligatoriedad para todas las empresas de un plan de prevención y ayuda a las mujeres que sufrimos violencias machistas.


• Exigimos reformar el sistema judicial, que nos revictimiza por ser mujeres. Es necesario crear nuevos juzgados especializados en violencia machista en todas sus instancias, con formación obligatoria para todo el personal que actúe en ellos.


Las mujeres ganamos al año casi 6.000 euros menos que los hombres. Tenemos la mayor parte de contratos a tiempo parcial y una tasa de paro casi diez puntos más alta que los varones. Somos el máximo exponente de la precariedad en nuestro país, porque el patriarcado y el capitalismo se aseguran de mantenernos con las peores condiciones laborales y con la carga casi en exclusiva de los cuidados y las tareas del hogar.


• Exigimos una profunda revisión del pacto de Toledo que reconozca estos esfuerzos.


• Exigimos que los criterios para valorar las contribuciones sociales incluyan reproducción y cuidados, con el fin de reducir la injusta carga adicional de trabajo que realizamos las mujeres para nuestras familias. Necesitamos políticas eficaces sobre corresponsabilidad y gestión pública, teniendo en cuenta que los cuidados no pagados en España suponen un 15% del Producto Interior Bruto.


• Exigimos una ley de igualdad salarial, como herramienta para la negociación colectiva, mecanismos para que el empresariado cumpla la legislación vigente en esta materia, y que las administraciones autonómicas y locales implementen medidas de igualdad laboral.


Si existe un colectivo precario en el empleo es el de las empleadas domésticas, para las que el Estado debe ratificar el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo.


Hoy día, si nace un varón, tendrá un 92% de posibilidades de recibir una retribución por jubilación que le permitirá disfrutar de descanso, en la justa correspondencia que avala el pacto social español por sus contribuciones a la sociedad. Sin embargo, si nace una mujer, estas posibilidades serán de un 46%. Además, la pensión del hombre será mayor en más de un 50%. Con esta crudeza muestran las estadísticas cómo se acumulan en nuestra vejez las desigualdades por el hecho de nacer mujeres. Se nos otorga un menor derecho a ser cuidadas por una sociedad que, paradójicamente, nos reserva para ser cuidadoras.


Esta falta de una expectativa halagüeña en la vejez nos sitúa en una posición débil para negociar la igualdad con los hombres en cualquier escenario de nuestras vidas, cuando no nos convierte en mercancías a merced de la voracidad de las leyes de mercado y el capricho sexual masculino; posición que nos empuja a subrogarnos a un pretendido compañero, que ejerce de patrón; a emplearnos en el mercado negro en condiciones infames, cuando no a someternos a las esclavitudes modernas más violentas: Prostitución, Pornografía y Vientres de Alquiler.


Aunque durante el confinamiento de 2020, el 80% de los pisos de prostitución siguieron en activo, el miedo al contagio ha obligado al mercado a reconvertirse hacia el sector de la explotación sexual online, donde priman los chats sexuales y la pornografía, aumentando la captación de mujeres y niñas para este uso. Es hora de cerrar estos sitios web y responsabilizar a sus ejecutivos.


• La trata es consecuencia de la demanda de prostitución y de pornografía, por lo que exigimos que ambas sean reconocidas legalmente como violencias machistas, toda vez que implican el sometimiento sexual de mujeres y niñas vulnerables.


• Exigimos una ley abolicionista del sistema prostitucional que penalice todas las modalidades de proxenetismo y a los puteros, que alimentan con su dinero la industria de explotación sexual de mujeres y niñas y que se implementen medidas que protejan a todas las victimas con independencia de su nacionalidad o situación administrativa y se les reconozca el derecho a una reparación integral de todos los daños causados. Tenemos el deber de imaginar un mundo sin prostitución. Solo así podremos mantener una coherencia entre el discurso de la igualdad y su práctica real.


Nuestro ordenamiento jurídico debe tipificar explícitamente como delito los vientres de alquiler y considerar ilícita su promoción por cualquier vía.


• Porque es insostenible la particular situación que viene produciéndose en España, con una ley que no permite la práctica, pero sí mantiene una Instrucción de la Dirección General de los Registros y del Notariado que la fomenta, exigimos derogar la Instrucción de 5 de octubre de 2010, sobre régimen registral de la filiación de nacidos mediante prácticas de explotación reproductiva, que ampara la importación de bebés a la carta.


.Exigimos un derecho a la interrupción voluntaria del embarazo sin el acoso de la ultraderecha religiosa, revertir la contrarreforma que afecta a las jóvenes de 16 y 17 años más vulnerables, anticonceptivos de última generación gratuitos y garantía efectiva de las prestaciones en la sanidad pública.


El reconocimiento del talento de las mujeres también es hacer justicia.


• Vindicamos el valor de nuestra aportación al acervo común en la creación y el conocimiento. Es una gran misión de rescate colocar a las viejas maestras en las páginas de historia, abrir los cánones de la academia y verlas como referentes. Es preciso hacer cumplir la ley de igualdad, con la presencia equitativa de ambos sexos en los mandos públicos y privados.


Denunciamos el negacionismo de la Violencia Machista que la ultraderecha pretende instalar en nuestro país, con un discurso reaccionario que busca chivos expiatorios en las mujeres o en las personas migrantes, y que nos trae más machismo, más homofobia, más racismo.


Este neofascismo es el disfraz populista de la alianza criminal entre la ideología patriarcal y la estructura capitalista. Nuestras abuelas sufragistas y republicanas ya sabían que el feminismo es y será siempre antifascista.


EL FEMINISMO SEGUIRA LUCHANDO, POR MI, POR TI, POR TODAS.