Al parecer, el acusado llevó a su hijo, D. D, autista de nacimiento, “con un profundo retraso mental y una edad mental de dos años” y tras recogerlo del Centro Hospitalario en el que está internado, al paraje conocido como 'Cuesta del Chivo'. De camino adelantó a un matrimonio y detuvo el vehículo a un lado del camino para, acto seguido y acompañado de su hijo, “dirigirse por una senda que sale del mismo a una zona boscosa que existe más arriba”. Fue entonces cuando el matrimonio se percató “de algo extraño”, pues “se daban besos y parecía que el hijo estaba drogado o borracho”, si bien en ese momento desconocían el estado de salud del joven. Por ello, testificaron que se quedaron observando a la pareja, que se había introducido en una zona boscosa y, a una distancia aproximada de 150 o 200 metros.
En ese momento observaron que el hijo tenía bajados los pantalones hasta los tobillos y que estaba sentado junto a su padre, el cual le hacía caricias en la cabeza y le llevó la cara hacia su regazo. “Ante lo que los testigos creyeron una felación a una persona disminuida, avisaron a la policía, dirigiéndose el esposo al padre diciéndole que qué es lo que estaba haciendo, contestado éste que nada, que era su hijo y que no pasaba nada y que si se habían oído mucho los gritos de éste que lo sentía, pero que era autista. A ello le contestó que si era su hijo, lo que acababa de observar no se hacía con los hijos y que iba a avisar a la policía”, reza la sentencia.
Varios metros adelante fue interceptado por la policía, a cuyos agentes respondió que era su hijo autista, “que para mear siempre se queda desnudo, que le ha quitado la camiseta porque tiene calor, y no sabe lo que les habrá contado la gente pero que él también puede decir otras cosas”.
El tribunal argumenta que en primer lugar ante la policía y más tarde en el juicio, los testigos narraron “inexactitudes y contradicciones”, vinculadas principalmente a la supuesta felación. “Nos lleva a considerar no probada la existencia de la misma si no existen otras pruebas periféricas que corroboren dichas afirmaciones u otras pruebas indirectas que nos lleven a dicha conclusión”, concluyó la sentencia.