Ermitas, minas, lavaderos o bodegas son algunas de las edificaciones singulares investigadas, además de tradiciones como los pendones concejiles, las fiestas populares o los bailes. También hay espacio para hablar de árboles centenarios o de las leyendas que se sitúan en el entorno. En ese sentido, la iniciativa pretendía que los alumnos “conectasen de forma real con su entorno más cercano” y aprovechasen el periodo de la desescalada para conocer su zona.
Todo el material recopilado da pie a un “viaje virtual” a través de estas localidades, ya que en las placas colocadas aparece un código QR que los visitantes podrán escanear para acceder a un video en el que cada niño explica los detalles sobre ese lugar. Además, los responsables del proyecto han diseñado folletos para difundir la iniciativa también de forma impresa.
Al respecto, los organizadores valoraron este proyecto como “un homenaje a nuestro alumnado, a nuestras familias y a nuestros mayores” y agradecieron las aportaciones de los vecinos de los pueblos y la colaboración de los alcaldes de Torre del Bierzo y Folgoso de la Ribera.