Aparecen en el corazón de Valladolid los primeros restos arqueológicos de una mezquita descubiertos en la península fuera de Al-Ándalus

La construcción de un bloque de viviendas en el número 5 de la calle Claudio Moyano permite constatar la presencia musulmana en la ciudad hasta finales del siglo XV

24 de Junio de 2019
Actualizado: 04 de Julio de 2019 a las 16:49
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mezquita valladolid1
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La construcción de un bloque de doce viviendas en el número 5 de la céntrica calle de Claudio Moyano en Valladolid ha sacado a la luz los restos de la antigua mezquita de la ciudad, un complejo que habría sido construido entre 1411 y 1415 y que fue derribado en el verano de 1506, como consecuencia de los ordenamientos de la prágmática de bautismo obligatorio promulgada en 1502. Este hallazgo, calificado como “mucho más que excepcional” por la medievalista y doctora en Historia de la Universidad de Valladolid, Olatz Villanueva, constata por primera vez la presencia musulmana a orillas del río Pisuerga y desvela los “únicos restos arqueológicos de una mezquita” que han aparecido hasta la fecha en España del Islam mudéjar, fuera de Al-Ándalus, al norte del Sistema Central.

En ese sentido, aclaró en declaraciones a Ical que en la cuenca del Duero, al norte del Sistema Central, “nunca hubo una ocupación política de Al-Ándalus, por tanto el Islam que se puede encontrar en esa zona es un Islam mudéjar, vivido en minoría, permitido por la mayoría cristiana castellana”. “Esas mezquitas que se van construyendo donde existe una población musulmana, a veces únicamente sabemos que existieron, otras veces los documentos escritos nos permiten ubicarlos en el parcelario urbano, pero nunca se habían recuperado restos estructurales, arqueológicos, de una mezquita, ni en Castilla y León ni en Aragón”, subrayó sobre una comunidad religiosa que “mantuvo su identidad islámica hasta 1502”.

“La ciudad de Valladolid tuvo una comunidad musulmana importante desde los primeros siglos de la Edad Media que, como sucedió en otras ciudades a principios del siglo XV, fueron obligados a recluirse en un barrio propio: la Morería. A partir de entonces, esa comunidad, que en esos momentos tenía más de medio millar de integrantes, ocupa un solar propiedad del cabildo de la ciudad y en él uno de los primeros edificios que se levanta es lo que ellos llaman el Complejo del Almají, un complejo religioso, de sociabilidad donde estarían tanto la sala de oración como una casa de reunión, una casa de bodas, una casa para los pobres y la casa del Alfaquí, todo ello en torno a un patio”, explicó Villanueva, que ha participado en los trabajos arqueológicos junto a profesionales de la Comisión de Patrimonio, Patrimonio Inteligente y Pavalgán, promotora de las viviendas.

Los trabajos de excavación, investigación y documentación han permitido a los expertos documentar arqueológicamente la sala de oración en su totalidad y parte del patio en torno al cual giraría la actividad de la comunidad musulmana en Valladolid, así como los restos de la segunda cerca medieval de la ciudad y numerosos hornos que atestiguan la principal de las dedicaciones que tenían en esos años: la alfarería.

“Los investigadores saben que Valladolid también contaba con una comunidad mudéjar, musulmana, que convivió junto a la comunidad judía, en la zona de San Nicolás y la necrópolis que está en la Acera de Recoletos, y sabíamos también la existencia de una necrópolis musulmana en la actual casa del estudiante, en la casa de la beneficencia. Lo que no se había constatado físicamente hasta ahora es la existencia de restos de una presencia musulmana que tenía una gran actividad económica, comercial y artesanal. Son restos magníficos desde el punto de vista del hallazgo científico histórico”, valoró el director general de Patrimonio, Enrique Sáiz.

Un hallazgo único

Este descubrimiento, según explicó Sáiz, permitirá “hacer un mapa del Valladolid del siglo XV un poquito más completo que lo que existía hasta ahora”. Por ello, el director general de Patrimonio aseguró que “Valladolid tiene que potenciar más todavía la gran fuerza de una ciudad que es milenaria y que ha sido muy importante en el pasado como evidencian estos restos”. “Una ciudad inteligente es capaz de armonizar. No ve en el patrimonio ninguna pega, sino un atractivo, un recurso más al recurso que tiene la propia edificación arquitectónica contemporánea”, apuntó.

“Sería muy deseable que Valladolid tuviera una serie de puntos visitables de su historia, dese las bóvedas del Esgueva, necrópolis y el Museo de Valladolid, que alberga toda la historia y todos los bienes muebles que han aparecido en estos lugares”, señaló.

En ese sentido, el técnico de Pavalgán, la empresa constructora, Miguel Maldonado, recalcó la puesta a disposición de las autoridades de esa empresa privada, que según señaló nació “con vocación de recuperación del patrimonio histórico”.

“Desde el principio mostramos nuestra máxima colaboración, compromiso y sensibilidad ante estos importantes hallazgos arqueológicos, de relevancia para la ciudad. Una vez terminados los trabajos de excavación, investigación y documentación, nuestras obras siguen con normalidad. La comisión de patrimonio está ideando la posibilidad de colaborar en un proyecto cultural y que se puedan tener ciertos restos de la excavación realizada para el futuro, y estamos dispuestos a colaborar para intentar llegar a buen puerto entre todos”, destacó. Con ese objetivo, han iniciado las conversaciones para “analizar qué posibilidades hay para dejar visibles determinadas zonas en el futuro”. “Planteamos su máxima protección”, remachó.

Tanto por su estado de conservación como por su excepcionalidad, los vestigios atesoran una importancia científica, histórica y patrimonial muy significativa, por lo que una vez finalizada la fase de documentación arqueológica en los términos previstos, la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de Valladolid ha considerado oportuno proponer que se explore la posibilidad de puesta en valor de los restos a través de la colaboración de los propietarios del inmueble, el Ayuntamiento de Valladolid y la Consejería de Cultura y Turismo. En todo caso, garantizada la protección y conservación de este interesante conjunto, el promotor proseguirá las obras en el solar con total normalidad y desde la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de Valladolid se ha destacado el esfuerzo realizado por la propiedad coordinado con los responsables y equipos de arqueología.

ICAL