Los planes del Principado para no dejar que la actual autovía A-63 de Oviedo a La Espina se convierta en una vía 'muerta' (como pasa precisamente con los 15 KM de autovía de Cubillos a Toreno) pasan por enfocar la inversión a seguir convirtiendo en autovía la N-634 hasta Canero, donde enlazaría con la A-8 y así potenciar las comunicaciones de coches y camiones entre Galicia y Oviedo por esta ruta.
Ello lastra aún más el potencial logístico del Bierzo, que tiene por su posición geográfica natural, pero que está perdiendo a golpe de modelar las infraestructuras.
Los planes iniciales de Asturias al construir la Oviedo-La Espina, era prolongar la autovía hasta Cangas de Narcea y de allí hasta Laciana, mientras la Junta de Castilla y León retomaba la conversión en autovía de la CL-631 desde Toreno.
Los nuevos planes de Asturias recibieron el apoyo del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en su última visita al Principado. El Gobierno espera dotarlo de financiación en próximos ejercicios, para al menos los estudios iniciales.
El ministro fue claro sobre la conexión La Espina-Ponferrada; la carretera hasta el límite con Asturias por el Alto Sil y Villablino (CL-631) es de titularidad autonómica y la Junta de Castilla y León ha sacado de sus presupuestos desde hace más de un lustro toda partida para avanzar en los estudios. Así que Asturias se ha buscado alternativas, y de nuevo se pone agua para dejar a la Comarca berciana como una isla.